Hasta el próximo primero de septiembre, la Organización de Naciones Unidas ONU acompañará el proceso de paz en su fase de dejación de armas; de allí en adelante, la organización ha nombrado una nueva misión que acompañará las garantías de reincorporación a la vida civil y los derechos humanos de las víctimas del conflicto con las Farc.
En conversación con el jefe de gabinete de la ONU, Raúl Rosende, durante su visita a Valledupar para reunirse con los sectores sociales más importantes de la sociedad colombiana, para intercambiar información de cómo va el proceso desde la población civil y al interior de las Farc el líder de la ONU conversó con EL PILÓN sobre los avances y del rol de la organización en este proceso de paz.
¿Qué vislumbra en el punto en que se encuentra el proceso de paz?
En las ciudades de Colombia influenciadas por las Zonas Veredales encontramos una actitud bastante positiva, fundamentalmente en relación a los dos temas que son: cese al fuego y dejación de armas y al mismo tiempo vimos interés en lo que tiene que ver con la reincorporación de los exguerrillero a la vida civil.
Hasta ahora hemos tenido el cese al fuego que ha marchado bien y sin mayores incidentes de gravedad; en las últimas semanas hemos estado concentrados en la dejación de arma, el hecho de que las FARC hayan entregado 7.132 armas nos parece que es muy importante para el avance del proceso de paz.
¿Hasta cuándo las caletas de las FARC son responsabilidad de la ONU?
La ONU estará involucrada en la verificación de la extracción de las caletas hasta el primero de septiembre, ya se han extraído más de 80 caletas y de allí en adelante será responsabilidad de la fuerza pública.
¿Ha variado la cifra de caletas de las FARC y existe algún cronograma por parte de la ONU que les permita tener resultados favorables para el primero de septiembre?
Se había hablado de un número inicial de 940 caletas pero hay que tener en cuenta que hay caletas de todo tamaño; es un proceso muy complejo porque la mayoría están en lugares muy alejados del país y de muy difícil acceso. Hay lugares donde con dificultad solo se puede llegar a pie y las condiciones climáticas son desfavorables, por ello no se puede planificar cuántos días pueda estar una misión dedicada a la extracción de una caleta.
¿Quiénes asisten a la extracción de las caletas?
Van miembro de la Farc y la fuerza pública para asegurar la zona.
Hasta el momento el Estado ha sido claro en lo que pasarán a ser las zonas veredales, pero persiste la desconfianza por parte de la población civil.
A fines de mayo hubo un comunicado firmado por el Gobierno y las Farc en el cual se estableció que la zona veredal va hasta el primero de agosto y después esas zonas se convierten en espacios de reincorporación y capacitación, las personas que se queden allí serán exguerrileros, todos ellos dejarán sus armas, no queda nadie armado y en eso debe haber confianza.
Un tema señalado por los medios de comunicación que hacía eco de la desconfianza de la población civil fue el hermetismo para mostrar las armas entregadas por las FARC. ¿Por qué la reserva?
Es un tema sensible, imagínese un guerrillero dejando su fusil que uso durante años o incluso décadas y sí hubo registros fotográfico; durante el evento en Meseta hubo un video de las armas y hasta de los contenedores, pero la reserva responde a que lo más interesante para el proceso es que tiene sus actores y protegemos sus derechos.
¿Cómo califica la ONU a la etapa en que se encuentra el proceso?
El cese al fuego ha sido muy importante, habido pocos incidentes y sobre todo son incidentes que no reflejan falta de voluntad de las cúpulas, el nivel de cumplimiento de cese al fuego es muy importante.
Para hoy la ONU tiene previsto aprobar la creación de la nueva misión para apoyar el proceso de paz en Colombia, así lo anunció China, que este mes ocupa la presidencia del órgano.
La nueva operación, de carácter civil, se centrará en verificar la reintegración de los excombatientes de las Farc en la sociedad, tal y como a Naciones Unidas el Gobierno colombiano y la guerrilla.
La puesta en marcha de esta misión ya cuenta con el respaldo del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y de los miembros del Consejo de Seguridad, por lo que el voto es en gran medida una formalidad.
La ONU tiene actualmente una misión en Colombia, integrada en su mayoría por observadores militares que la semana pasada confirmó que la guerrilla cumplió con el compromiso de dejación de las armas establecido en el acuerdo de paz y que el cese de la violencia ha sido respetado por las dos partes.
La idea de la organización, es que la operación en vigor asuma en un primer momento algunas de las nuevas tareas de forma provisional. A diferencia de la misión actual que va hasta septiembre; la nueva tendrá un carácter civil y tomará sus actividades en octubre de 2017.
Por Adriana Palomo Molina