Oriunda de Codazzi, Cesar, llegó a Valledupar hace 37 años. En la Plaza Alfonso López, su escoba ha dejado una huella indeleble. “Suelen extrañarme, cuando me ausento”, dice Yulieth Torres, con cándida sonrisa.
Oriunda de Codazzi, Cesar, llegó a Valledupar hace 37 años. En la Plaza Alfonso López, su escoba ha dejado una huella indeleble. “Suelen extrañarme, cuando me ausento”, dice Yulieth Torres, con cándida sonrisa.