Por: Álvaro Lora García
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La morgue del Cementerio de Pelaya, se ha convertido en un dolor de cabeza para los habitantes de la parte cercana al Campo Santo, quienes tienen que presenciar todos los procedimientos de necropsia cada vez que las autoridades lo requieran.
De acuerdo con Bladimir Mier Barrios, comunicador del municipio, el anfiteatro no cuenta con las normas establecidas por la Secretaría de Salud Departamental y lo peor es que la morgue no tiene agua ni servicio de energía eléctrica.
Puntualizó, que en días anteriores lo abordó para informarle que al anfiteatro habían llevado un cadáver para practicarle la necropsia allí y se pudo ver que a los médicos les tocó hacer su trabajo con velas y con las luces de un vehículo.
Lo que expresan algunos deudos de las personas fallecidas que son sometidas a necropsia, es que a sus muertos los trasladen hacia la Morgue de Aguachica, porque a muchas personas en varias ocasiones les ha tocado cargar el agua para lavar el anfiteatro de Pelaya luego de los procedimientos que allí se realizan.
La comunidad de Pelaya expresó que el Cementerio Central está en abandono total por lo que se espera que sea la Secretaría Departamental de Salud quien haga el pronunciamiento con respeto a la situación que se viene presentando en ese municipio del sur de Cesar.
La comunidad precisó además, que cuando visitan a sus seres queridos que se encuentran sepultados en el Campo Santo de Pelaya, que les da miedo llegar en horas de la tarde porque las tumbas no se ven del monte que sobre pasa los cuatro metros de altura; “es el único panteón del sur de Cesar que se encuentra tupido de malezas y abandonado en su totalidad”, precisó la fuente.
Bladimir Mier Barrios, dijo que mucha gente le ha expresado que están a la espera de que la Administración Municipal, se comprometa de manera seria con el cementerio que hace parte del soporte oficial, sobre todo del funcionamiento de la Morgue que no cuenta con los aditamentos esenciales para su funcionamiento.
Puntualizó, que en el día una nube de ganado pasta sobre las tumbas y en la noche, la oscuridad se apodera de ese lugar santo para la comunidad de Pelaya.