Desde la sala de una vivienda en Casimiro Maestre, al sur de Valledupar, la familia de la joven dio a conocer que aún esperan respuestas de su asesinato, producido, al parecer, con una piedra.
¿Qué pasó? ¿Por qué sucedió?, son apenas algunos de los interrogantes que rodean por estos días la tristeza de los Rojas Pérez, la familia que de manera intempestiva tuvo que ver cómo la muerte acabó con los sueños de la joven Yuleivys Ester Rojas Pérez, quien el pasado 14 de enero fue asesinada en confusos hechos en la avenida Los Militares de la capital del Cesar.
La joven de 27 años de edad, que apartemente murió a causa de un elemento contundente arrojado por otra persona, el último recuerdo que dejó a sus parientes fue una visita a la Clínica Laura Daniela en el que estaba recluida su mamá; por eso, estos no salen del asombro de su triste final.
“Me dio un beso en la frente, diciéndome adiós, de ahí no la vi más, ni supe qué pasó”, comentó entre lágrimas la madre de Yuleivys, Gloria Cecilia Pérez García, quien en el momento aferraba su mirada en un retrato colgado en la esquina de una pared en la que posa la joven de tez morena, cabello lacio y cara sonriente.
Afectada aún con la noticia, Pérez García explicó que el sinsabor de la muerte de su hija, que era madre de un niño de 7 años de edad, se debe a que no sabe lo que realmente pasó ese día cuando alguien le arrebató la vida a Yuleivys Rojas.
“Nadie sabe qué sucedió ese día, a mí me iban a operar de cálculos renales, ella estaba conmigo, horas después que se fue pasó eso. No me dijeron nada por mi condición de salud, luego fue que me enteré”, agregó Gloria Cecilia Pérez, quien por la mala noticia no se sometió a la cirugía.
Según la hermana menor, Yuleivys ese día llegó hacerle relevo en el centro asistencial, quedándose hasta la seis de la tarde en el lugar, pero que después que aparentemente se marchó hacia su casa en Villa Catalina Uno, a buscar su hijo en casa de los tíos, que viven al lado, no conocieron más de su paradero o qué aconteció.
Solo hasta la madrugada del domingo del pasado 14 de enero, algunos de los parientes, de boca de quien sería el novio de Rojas Pérez, supieron que esta yacía en una camilla sin vida en el Hospital Rosario Pumarejo de López de Valledupar.
“Cuando sucedió los hechos la mamá tenía 8 días de estar en la clínica y yo en Medellín porque vivo allá. Un tío mío me llamó a las dos…no le dijimos nada a mi mamá por proteger su integridad, aunque ella a esa hora al verme en línea me preguntaba qué pasaba. No decía nada. A esa hora busqué para los pasajes y me vine en avión para venir lo más pronto y buscar respuesta como todos”, dijo Deiner Rojas, hermano de la víctima.
Las primeras versiones de lo ocurrido las entregó Manuel Barros, el novio de Yuleivys, a las autoridades, en las que manifestó que luego de pasar un rato agradable con la joven cuando se desplazaban en motocicleta a la altura de un sector conocido como ‘Cacerolo’ ubicado en la avenida de Los Militares, se toparon con un sujeto que les arrojó una piedra para aparentemente asaltarlos.
Debido a que ella quedó malherida, el novio supuestamente intentó auxiliarla llevándola en taxi al CDV, de donde posteriormente es remitida al puesto de salud donde fallece.
Ante el panorama, Manuel Barros dijo a este medio de comunicación que hoy se disponía a realizar varias diligencias, entre ellas presentar una denuncia penal por aparentemente recibir amenazas de las que en el momento no quiso hablar.
Por su parte, los parientes de Rojas se aferran a la justicia divina para que sea esta la que con ayuda de las autoridades determinen las circunstancias que marcaron las últimas horas de la víctima.
“Los entes judiciales nos han brindado el apoyo, han estado muy pendientes del asunto porque se les ha visto el empeño y que quieren que se sepa la verdad. Hemos recibido muchas visitas de personas de la Secretaría de Gobierno, la Alcaldía, la Policía, agentes de la Sijín y Fiscalía. A todas esas personas les agradecemos el apoyo, las investigaciones, pero como todos sabemos esto es un proceso que no es fácil de esclarecer porque no está escrito nada. Quien tiene la verdad es Dios y si de pronto se da el momento que cojan al responsable, nosotros igual lo que queremos es que se haga justicia, porque a la hora de la verdad a nosotros la cárcel o muerte, nada nos va devolver a mi hermana, ya el dolor está causado”, manifestó Deiner Rojas.
LA VÍCTIMA
Para ellos, a la carismática, alegre y luchadora Yuleivys Rojas ninguna circunstancia la devolverá con vida para ayudar o apoyar a su mamá en las tareas del hogar, como de costumbre.
“Era una muchacha alegre, hacendosa, humilde, una joven respetuosa de su casa en un hogar constituido con mis tres hijos y el niño que ella tenía. Cuando mi hijo se va y hace su hogar me quedé a cargo de mis dos hijas y el hijo de ella, una niña que si yo salía para mi trabajo y la dejaba responsable de mi casa sabía que me iba y venía y encontraba toda la vivienda cuidada”, manifestó Gloria Pérez.
Para ella, a su hija, la joven técnica en mercadeo y ventas o caja registradora, le frustraron el deseo de sacar adelante a su hijo que tuvo a los 20 años de edad.
LAS AUTORIDADES
Para las autoridades este caso particular está siendo aún investigado y no dan oficialmente aún indicios del posible responsable de lo ocurrido. En una entrevista reciente, el comandante encargado del Primer Distrito de Policía Cesar, mayor José Fernando Montoya, comunicó que los policías judiciales estaban haciendo un trabajo riguroso que prontamente arrojará resultados.
Por: Marllelys Salinas / EL PILÓN
Salinasmarllelys@elpilon.com.co