A los diversos problemas que tiene el cementerio central del municipio de El Copey por su poca capacidad para sepultar los muertos, ahora se le suma otro de índole sanitario, esta vez, por la presencia de más de mil caracoles africanos que ocasionaron el cierre temporal del campo santo por los próximos ocho días.
La medida la adoptó el alcalde del municipio, Francisco Meza, mediante la expedición del decreto 217 del 4 de noviembre de 2022.
En este se estableció la prohibición del ingreso de personas al cementerio hasta que no terminen los estudios o erradicación de los caracoles africanos.
“La normatividad legal vigente del manejo de este tipo de situación establece que las autoridades administrativas debemos librar los oficios a las entidades competentes, que en este caso corresponde a Corpocesar. Estos son un tipo de molusco que generan cualquier tipo de enfermedades y problemáticas a la salud pública. Nosotros lo único que tenemos que hacer es preservar que la comunidad en general no pueda tocar ninguno de estos moluscos porque se nos puede generar una epidemia en el municipio”, manifestó Francisco Meza, alcalde de El Copey.
No obstante, la Secretaría de Salud municipal realizó una visita al campo santo para analizar el panorama de contaminación y estableció la necesidad de realizar la intervención ambiental.
“Lo agravante de esto son las consecuencias que se pueden derivar de las infecciones que genera este molusco en el territorio. Nosotros vamos a insistir a los organismos competentes, libramos también oficio a la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría y el Ministerio de Ambiente. Vamos a generar todos los espacios necesarios con miras a que las autoridades, en este caso Corpocesar, activen los protocolos que están establecidos o asesoren a la Alcaldía municipal para intervenir, claro, siempre y cuando nosotros tengamos los elementos necesarios para hacerlo”, puntualizó el mandatario.
EL TERRENO
El cementerio del municipio, ubicado en el centro, también padece de otros males complejos como el hacinamiento, el cual representa un riesgo sanitario y ambiental.
El campo santo tiene una infraestructura inadecuada y desgaste en varias de sus bóvedas.
Un panorama por el que la Alcaldía municipal inició en el año 2020 un proyecto sobre la construcción de un nuevo cementerio que en el momento está suspendido.