A las 11:00 de la mañana del pasado 28 abril comenzó el drama de María Mercedes Mendoza, de 80 años, en el patio de su residencia ubicada en el barrio La Alegría del corregimiento de La Junta, en jurisdicción del municipio de San Juan del Cesar, sur de La Guajira.
Yoli Maestre, una de sus 16 nietas, recuerda ese trágico día porque desde entonces cambió la vida de su abuela y la de toda la familia, cuando a la anciana le cayó una pared encima.
“Como que había llovido mucho y la pared del patio estaba débil, una pared que en cualquier momento podía caerse y le cayó encima a mi abuela que estaba sentada donde siempre lo hacía”, contó la joven que ayer, minutos antes del sepelio.
Tras las graves heridas, María Mercedes inicialmente fue recluida en una clínica de San Juan del Cesar, allí permaneció tres meses, y a partir del 28 de julio la EPS Asmet Salud le asignó un prestador de servicio de Home Care con la empresa Proyectar, que la tuvo hasta el domingo 2 de agosto, en una casa del barrio Don Alberto de Valledupar. Ese día Asmet Salud le asignó otro prestador, la IPS Vital Medic, que la trasladó al motel Passion, al sur de esta capital cesarense, donde permaneció 24 horas.
Yolima Maestre quien la acompañó en su convalecencia, el 3 de agosto denunció ante la opinión pública el abuso que cometieron con su mamá al hospitalizarla en una habitación de motel, que no cumplía con la normatividad para la atención de pacientes con enfermedades crónicas.
“Con ese vaivén que es aquí, que es allá, y con llevarla a ese lugar tan horroroso y tan feo, creo que le empeoró la salud a mi madre”, afirmó en representación de los cuatro hijos de doña María.
La paciente tenía ventilación artificial, una secuela de un ACV por un trauma, insuficiencia renal crónica, sepsis generalizada por origen cutáneo, úlceras por lo que requería atención especializada, según los médicos de la Secretaría de Salud que la examinaron en la habitación de motel y que supervisaron su traslado a la Clínica Santo Tomás, el pasado lunes, a las 4:00 de la tarde, por un paro cardiorrespiratorio.
Los cuatro hijos y 16 nietos de doña María son conscientes de que la avanzada edad y delicado estado de salud hacían casi imposible su recuperación, pero no descartan una demanda contra la EPS y la IPS, por las posibles fallas en la atención.
El deceso de la anciana causó conmoción en su pueblo natal, La Junta, donde familiares y amigos acompañaron el cortejo fúnebre la tarde de ayer, con una misa en la Iglesia San Rafael y que terminó en el cementerio del pueblo.
Los junteros que asistieron el sepelio se declararon indignados por el mal rato que tuvo que pasar la veterana por posibles fallas de las empresas prestadoras de servicio de salud que la atendieron.
“La señora sufrió, no tanto con la caída de la pared sino con la cuestión con el traslado de un hospital a un motel, eso es inaudito, no tiene nombre y estamos consternados con esa situación de ella acá en el pueblo”, dijo Wilder Arriera, tendero del barrio La Alegría, donde por estos días sus habitantes no hacen alusión a ese nombre porque están de luto.
“Con ese vaivén que es aquí, que es allá, y con llevarla a ese lugar tan horroroso y tan feo, creo que le empeoró la salud a mi madre”: Yolima Maestre, hija de la paciente.
Asmet Salud adelanta la investigación pertinente y está tomando las medidas correctivas puesto que para la EPS garantizar la atención oportuna y adecuada de sus pacientes es una prioridad. No obstante, va a analizar la actuación de la IPS por medio de la cual se prestó polémico servicio en un motel.
Por Martín Elías Mendoza
Yoli Maestre mostró el sitio donde su abuela resultó herida tras la caída de una pared.