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La historia de la canción ‘El Tiempo’

“El mundo, se está quedando hasta sin sentimientos, se alejan, del corazón las pasiones sinceras, se mueren todas las flores de la primavera y todo por la carrera imparable del tiempo”. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

Esta no es una canción, es la vida de Sergio Moya Molina contada en tres estrofas interpretadas por Silvestre Dangond en su último compacto, denominado ‘Sigo invicto’.

El tiempo, se ha convertido en mi peor enemigo
Porque me está quitando las cosas queridas…

Por las calles del ‘Viejo Valledupar’, en el barrio Los Cerezos, específicamente en el sector conocido como La Garita, el compositor de esta inspiración y otras como ‘La celosa’, ‘Fortuna y desdicha’, ‘La piedrecita’, comenzó a tejer la historia de ‘El tiempo’.

Esta composición se remonta al año 2007, en la última versión ‘Rey de Reyes’ del Festival de la Leyenda Vallenata en Valledupar, allí, Sergio Moya participó con ella en la modalidad de Canción Inédita, pero su lamento fue descalificado en la ronda semifinal. En esa ocasión ganó Santander Durán Escalona con el tema ‘Entre cantores’.

“Uno quiere ser diferente a los demás, veía que las temáticas del Festival eran muy comunes al ‘Viejo Valle’, ‘Mi pobre Valle’, ‘Los tiempos del Viejo Valledupar’, siempre querían cantarle al costumbrismo, me parece bien, pero está bastante trillado”, dijo el autor y agregó que “de pronto se me prendió la chispa con eso de ‘El tiempo”.

Pensó que el peor enemigo del hombre era el tiempo, “porque no lo deja a uno realizar todas las metas, así llegó esa canción a mi mente y la hice”.
Para el autor, ‘El tiempo’ debió ser grabada por un artista de “peso” como Diomedes Díaz, Jorge Oñate o ‘Poncho’ Zuleta, a este último nunca tuvo la oportunidad de presentársela, a Jorge Oñate se la mostró “cuando la oyó se impresionó y me dijo que la iba a grabar, me entusiasmé, pero salió el disco y nunca la canción”, dijo el hombre de 73 años.

Guardaba la esperanza de que Diomedes Díaz la grabara, el año anterior, recibió una llamada y al teléfono estaba ‘El Cacique de La Junta’ pidiéndole una canción para su próximo compacto, La Vida del artista. “Un mes antes de morir Diomedes me llamó, me dijo “compadre quiero grabar este CD que se llama La vida del artista, usted sabe que esa canción es de Máximo Móvil uno de los de ‘El Trío de Oro (Máximo, Hernando Marín y Sergio Moya Molina), y yo quiero tener una canción suya en mi disco, venga mañana a las 8:00 de la mañana”.

Era la oportunidad que Sergio Moya había esperado. Preparó el CD para entregárselo a Diomedes en la cita pactada, pero cuando fue a su casa lo encontró borracho, “me devolví, hablé con el vigilante, le pedí su número, llamé en la tarde y nada, Diomedes seguía igual”. Al siguiente día se repitió la historia, Sergio Moya llegó y ‘El Ídolo de las Multitudes’ nuevamente estaba embriagado. “Dejé pasar un día y él me volvió a llamar que lo había dejado esperando, en ese son fui cinco veces a su casa y fueron cinco veces que lo encontré igualito, no pudimos hablar”.

Como el relato de la canción, el tiempo se le agotaba a Moya para que le grabaran este tema, “nostálgico”, como él lo denomina. Pero el autor de más de 300 obras no paró de cantar la canción donde lo contrataban, así se enteró Silvestre Dangond que él tenía “un batatazo”.
“Me llamaron a decirme que Silvestre Dangond estaba en la casa esperándome porque quería una canción mía”. Encontró su residencia como nunca, repleta de gente y con Silvestre sentado en la sala de su casa.

Al llegar se impresionó porque Dangond le dijo, “maestro yo vengo a buscar una canción que se llama El tiempo”, Moya no dudó en decirle, “compadre esa es una temática para una persona madura, me parece que el tema es para alguien mayor”.

Tenía muchas dudas, no solo con el canto de Silvestre Dangond, sino que por ser una persona de 34 años no llegaría a sentir la temática de la canción y así dañara el mensaje sublime (Ay se lleva la juventud de mis años floridos, Y al fin se va llevando hasta mi propia vida). “Habían dudas por la concordancia que hay entre la temática de la canción y la edad de Silvestre, la canción habla de la nostalgia de los tiempos idos y eso lo sentimos las personas mayores de 50 años, pero estoy muy satisfecho con la buena interpretación de Silvestre Dangond y con la acogida del público después de grabada”, afirmó Sergio Moya.

Y de esos amigos que nombra en la estrofa / También se fueron algunos amigos, que andaban conmigo cuando era muchacho / murieron, y otros siguen con vida. Casi no los recuerda por el nombre, sino por el apodo como a ‘Migue’ Pimienta (vive), ‘Guille’ Pimienta (murió), ‘Pello’ Jiménez (vive), ‘Chema tabaco’ (murió), entre otros como los de ‘El Trío de Oro’ que fueron amigos artístico, pero que le dejaron un retrato inmenso.

Al final, el tiempo le ha enseñado a Sergio Moya Molina a obtener “temple, madurez, a resistir las adversidades y a tener los pies sobre la tierra”.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
carlos.jimenez@elpilon.com.co

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