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La herencia de ‘Los Guaje’

Pastor Guaje Blanco y Noé Guaje Pinto. EL PILÓN / Archivo.

El 11 de julio de 2012, Rosa Isabel Mosquera Quiroga, de 66 años y su esposo Abel Guaje Yalcárcel, de 86 años, ganadero de la región, salieron bien temprano de su finca Avianca, en jurisdicción de Chimila, corregimiento de El Copey (Cesar), a realizar diligencias personales en Valledupar, en el que sin imaginarlo se convertiría en un trágico viaje.

Ese día, la pareja abordó un bus afiliado a la empresa Cootragua- línea Flamingo, con placas UGD-262A. Él tomó uno de los asientos junto a la ventana, mientras que ella quedó en el de al lado.

A las 9:30 de la mañana, el bus transitaba por inmediaciones del corregimiento de Caracolicito, y de repente el apacible viaje acabó cuando uno de los pasajeros se levantó de los asientos traseros y sin mediar palabras se acercó a Rosa, le apuntó con un revólver en la cabeza y le disparó.

Pastor Guaje Blanco y su hijo Noé Guaje Pinto, habrían mandado a matar a la compañera permanente del señor Abel, con el fin de quedarse con la mayor parte de la herencia que al morir dejaría su padre y abuelo.

Según lo relatado por los demás pasajeros, el sicario que amenazó al conductor para detener el bus y salir corriendo, era un hombre de aspecto joven con chaqueta y gorra de color negro, que minutos antes había subido al vehículo durante una parada en el municipio de Bosconia.

La muerte de la mujer causó conmoción y las hipótesis del crimen empezaron a surgir para las autoridades que no hallaban explicación al vil asesinato de esta ama de casa, a quien dos años antes ya había sido víctima de un atentado.

El 14 de julio de 2010, fue atacada a cuchillo en su residencia, sufrió 17 heridas en diferentes partes del cuerpo y tuvo que ser remitida al hospital ‘Rosario Pumarejo de López’ de Valledupar, donde manifestó a varios reporteros de medios de comunicación local que la atacó uno de sus hijastros.

Sin embargo, este antecedente no era suficiente para desenmarañar el caso y solo con entrevistas a familiares de la pareja empezaron a aparecer pistas.

Miguel Ángel Guaje Blanco, hijastro de la víctima, rindió declaración a la Sijín de la Policía, en la que indica que su otro hermano Maximiliano había colocado una denuncia en la Fiscalía 22 seccional de Chiriguaná, por el hurto de 160 semovientes en la finca La Esperanza, ubicada en Arjona, corregimiento del municipio de Astrea, de propiedad de su padre Abel Guaje Yalcárcel.

Además ventiló el hurto de 47 millones de pesos de la cuenta bancaria de su padre, a través del cobro de varios cheques en una sede del Banco de Bogotá en Valledupar. Explicó que sobre este robo su papá señalaba de forma directa a su propio nieto, Noé Guaje Pinto.

En la denuncia que Maximiliano Guaje Blanco instauró ante la Fiscalía, indica que uno de los jornaleros de la finca dijo que los responsables del robo de los 160 semovientes habían sido su hermano y su sobrino; Pastor Guaje Blanco y Noé Guaje Pinto. Inclusive, informó que recibió amenazas de ellos por reclamarles sobre el hurto, según consta en la denuncia que puso en conocimiento de la Fiscalía 16 de Valledupar.

Fue así cómo comenzó a tejerse la hipótesis de que Pastor Guaje Blanco y su hijo Noé Guaje Pinto, habrían mandado a matar a la compañera permanente del señor Abel, con el fin de quedarse con la mayor parte de la herencia que al morir dejaría su padre y abuelo.

El delator

Tras varias semanas de indagaciones, a los sabuesos de la Policía que tenían asignado el caso, les llegó un testimonio que terminó de confirmar sus sospechas.

Según lo consignado en el expediente, Nibaldo Alfonso Torres Carrasquero, alias ‘Aníbal’, exintegrante de la banda criminal Los Rastrojos, contó que estos dos miembros de la familia Guaje lo contactaron para matar a ‘La Cucaracha’, como llamaban a la señora Rosa Isabel Mosquera, por considerarla un estorbo, ya que estaba al tanto de todos los negocios del señor Abel.

Sin embargo, aclara que el crimen habría sido cometido por otro sujeto oriundo del municipio de Bosconia, que a la fecha no ha sido capturado. Mientras que el 6 de junio de 2013, Pastor Guaje Blanco y su hijo Noé Guaje Pinto fueron capturados como principales sospechosos.

En juicio

En el Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Valledupar con funciones de conocimiento avanza el juicio contra Pastor Guaje Blanco y Noé Guaje Pinto, como presuntos responsables del delito de homicidio, en calidad de determinadores.

La semana pasada fue aplazada una de las audiencias públicas de juzgamiento por solicitud del fiscal asignado al caso, por lo que en próximos días el despacho judicial fijará fecha para la continuación del juicio.

La Fiscalía tratará de demostrar que sus sospechas son ciertas, mientras que la defensa de los dos procesados busca que sean absueltos.

Por Redacción Judicial / EL PILÓN

 

 

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