Desde su niñez, la acordeonera Wendy Paola Corzo Carmona, de 23 años, tenía claro que su vida giraría en torno a la música vallenata. El interés surgió en las entrañas del pueblo kankuamo, un resguardo indígena localizado entre los corregimientos de Atánquez, La Mina y Guatapurí, pertenecientes a Valledupar, donde empezó a conocer y tocar el acordeón.
Su primer mentor fue un amigo. Luego ingresó a tomar clases en la academia del ‘Turco Gil’, donde se preparan la mayoría de reyes. Junto a la academia logró viajar y promocionar la música vallenata en países como Alemania, Suiza, Italia, Escocia e Inglaterra.
REINADOS
Los ensayos y los años le permitieron mejorar su destreza en la digitalización. Cuando se sintió preparada, Wendy Paola Corzo comenzó una correría de participaciones en distintos certámenes culturales, alcanzando buenos resultados.
Consiguió ser reina juvenil en el Festival Vallenato Indio Tayrona, virreina aficionada en el Festival Tierra del Cachaquito, reina infantil en el Festival Voces y Canciones, y reina en el Encuentro Vallenato Femenino, Evafe, en el 2017.
Durante su recorrido también participó con agrupaciones musicales, como ‘La voz dulce del vallenato’, con la que ganó el Congo de oro en el Encuentro Vallenato.
PERSEVERANCIA
Con varias medallas en su pecho, se visionó participar en el Festival de la Leyenda Vallenata, el mayor sueño de todos los amantes del acordeón. Pero cumplir esa meta no fue fácil: luego de tres intentos, el sábado 29 de abril fue elegida como reina.
“Estoy feliz, por fin. Todo es en el tiempo de Dios. Gracias a todos por su apoyo. Valledupar aquí tienes a tu reina”, dijo. Ganar no solo fue motivo de orgullo para toda su familia, también para la etnia kankuama de la región donde creció.
El talento de Corzo Carmona, acompañado de una persistencia inquebrantable, fueron indispensables para lograr el título de Reina Vallenata. En el 2019 participó en la categoría y quedó en el segundo lugar; en el 2020 disputó la final y en el 2022 volvió a conseguir el segundo lugar.
Las ‘derrotas’ sirvieron a Wendy Corzo para mejorar la digitalización y alcanzar proyectos musicales. Actualmente es la acordeonera de las ‘Musas del Vallenato’, con las que ha viajado en giras por Ecuador. También toca junto a Alex Teherán, hijo de Patricia Teherán.