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La epidemia de ratas devoradoras de marihuana en Luisiana

Imagen de Simon Kuznetsov en Unsplash

Luisiana es conocida por muchas cosas: la calzada del lago Pontchartrain, el edificio del capitolio del estado de Luisiana e incluso por Ellen DeGeneres. Sin embargo, lo último por lo que esperarías que fuera conocida es por sus “ratas adictas” o por la irrupción de ratas en una sala de pruebas para comer marihuana y destruir una reserva crucial perteneciente a la policía. Este sorprendente incidente ha dado la vuelta al mundo tan rápido como Powerball Colombia está entregando premios a los jugadores y todos hablan de ello.

En la sede del Departamento de Policía de Nueva Orleans (NOPD), los informes han confirmado que los roedores han invadido la sala de pruebas y, al parecer, se han drogado con la marihuana allí almacenada. Según la superintendente de la NOPD, Anne Kirkpatrick, el cuartel general estaba infestado de roedores y cucarachas, y las condiciones de trabajo eran insalubres y deplorables.

Kirkpatrick, en su intervención ante el Comité de Justicia Penal del ayuntamiento, destacó la urgencia de abordar la infestación de roedores. Esta preocupación se sumaba a una serie de desafíos que enfrentaba su jefatura de policía. Los edificios antiguos y deteriorados pueden convertirse rápidamente en ambientes sucios y poco higiénicos, lo que afecta negativamente tanto a la moral de los trabajadores como a la eficacia operativa.

La situación requería una acción inmediata, pues además de lidiar con la presencia de ratas y el consumo de marihuana en la sala de pruebas, Kirkpatrick enfatizó la importancia de proporcionar un entorno de trabajo seguro y saludable para los empleados. Advertir a los posibles aspirantes sobre las condiciones precarias del lugar también se consideró necesario para preservar la reputación y la integridad del departamento de policía. Los problemas estructurales del edificio, como ascensores averiados y sistemas de plomería y aire acondicionado defectuosos, complicaban aún más la situación. Las condiciones insatisfactorias eran un obstáculo para la productividad y la moral del personal y la necesidad de una solución a largo plazo se volvía cada vez más evidente.

La respuesta del ayuntamiento fue aprobar un contrato de arrendamiento de 10 años para trasladar la sede del departamento de policía a un nuevo edificio por un total de 7,6 millones de dólares. Según Gilbert Montaño, jefe administrativo, esta solución resultaba más económica que financiar las costosas reparaciones necesarias en la sede actual. El traslado a un espacio más adecuado representaba un alivio tanto para los empleados como para la comunidad y marcaba el inicio de una nueva era, lejos de las condiciones precarias y las plagas de roedores. Sin embargo, el problema de las ratas no se limitaba únicamente a las instalaciones del departamento de policía. Kirkpatrick reveló que todo el distrito estaba afectado por la infestación de roedores, subrayando la necesidad de abordar el problema de manera integral.

Aunque el consumo de marihuana por parte de las ratas puede parecer sorprendente, no es un incidente aislado. Otros casos similares, como la invasión de ratas en salas de pruebas en otros lugares del mundo, sugieren que este problema puede ser más común de lo que se piensa. La preocupación por la seguridad y la integridad de las pruebas y evidencias almacenadas se vuelve aún más relevante en este contexto.

En cuanto a la situación legal de la marihuana en Luisiana, sigue estando restringida para uso recreativo, pero se permite su uso medicinal con una recomendación médica. Sin embargo, la posesión recreativa de cantidades pequeñas sigue siendo objeto de sanciones económicas, aunque también es cierto que las leyes están en constante evolución, como lo demuestra la reciente legislación que permite la cancelación de antecedentes penales para ciertas infracciones relacionadas con la marihuana.

La epidemia de ratas devoradoras de marihuana en Luisiana es un recordatorio de los desafíos que enfrentan las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley. Además de los problemas operativos y estructurales, la presencia de plagas y la seguridad de las evidencias son preocupaciones que requieren atención inmediata y soluciones a largo plazo. El traslado a instalaciones más adecuadas representa un paso positivo hacia la mejora de las condiciones de trabajo y la preservación de la integridad del sistema judicial, pero no es suficiente y se espera que se empiecen a tomar otras medidas pronto.

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Ketty Gutierrez: