En la tarde del sábado cuando una parte de Valledupar se alistaba para vivir de un desfile de carnaval, del otro lado la ciudad, la nostalgia y tristeza se apoderaba del ambiente. El deporte despedía el féretro del técnico de fútbol, Johandris Martínez Medina, quien murió en un intento de atraco en el barrio San Joaquín de Valledupar.
El escenario propicio fue la cancha del barrio San Martín, la misma que por muchos años Martínez utilizó los días martes, jueves y viernes, para impartir sus conocimientos a los más pequeños que hacen parte del equipo de fútbol de ese sector.
Precisamente sus alumnos, adolescentes, familiares y colegas, en reacción a lo sucedido le hicieron un camino de honor, acompañado de porras, para que comience a jugar en lo que ellos denominaron con mensajes, ‘el equipo celestial’.
Posteriormente los restos fueron trasladados a su morada final, el cementerio Jardines del Ecce Homo.
“Estamos tristes, consternados por la muerte del colega y amigo ya que es injusto. Es una infamia lo que está pasando en la ciudad ojalá nuestro alcalde, nuestro gobernador, tomen cartas en el asunto porque no podemos permitir que se sigan perdiendo vidas humanas como la de ese muchacho que tenía unos proyectos”, manifestó el docente Juan Carlos Jiménez Rivera, dueño del Club Deportivo Academia Vallenata.
La inconformidad también estuvo representada en pancartas, las cuales, al unísono pedían justicia para el joven de 26 años de edad.
“Esto es un gran pérdida para la sociedad y para la juventud que está creciendo porque Johandris Martínez Medina sabía mucho de fútbol y con este hecho le arrebataron la vida a una gran persona”, comentó el padre de familia Jacinto Bustos, quien llegó desde Codazzi a traer a su hijo para que se despidiera de su entrenador.
EL CRIMEN
Johandris Martínez pereció en la tarde del 20 de febrero a causa de dos balazos que recibió a manos de unos delincuentes que quisieron robarlo.
Los hechos ocurrieron en la calle 14 con carrera 9C cuando Martínez se encontraba esperando a que su hermana, quien es profesora, saliera de un colegio.
Aunque los delincuentes alcanzaron a huir habrían quedado registrados en cámaras de seguridad para ser identificados.