Kendal Jenner no supo manejar a su mascota: Lo que empezó con una agradable comida en el lujoso restaurante Beverly Glen Deli de Los Ángeles, terminó con una huida y una demanda para Kendall Jenner. La integrante más discreta del clan de las Kardashian acudió allí junto a su pareja, Ben Simmons, y acompañada de su mascota, un dóberman pinscher, una raza que está considerada como agresiva si no es entrenada apropiadamente.
Según el testimonio de algunos testigos presentes en el local, la escena se produjo en la terraza del restaurante. El animal perteneciente a Kendall Jenner atacó a una niña de una mesa cercana, provocándole unas inflamaciones en la piel que tuvieron que ser bajadas con hielo por el personal hasta que llegó la ambulancia.
La respuesta de Kendall Jenner fue darse a la fuga sin dejar rastro, ni un número de teléfono ni ningún tipo de contacto. La madre de la pequeña buscó hablar con ella, pero no fue posible, porque la modelo se esfumó. Según quien presenció la escena, el perro de la mayor de las hermanas Jenner estaba suelto y eso permitió que ocurriese el ataque a la niña.La respuesta de la madre de la menor agravada ha sido notificar este suceso a la policía de Los Ángeles para que investigue y esclarezca lo sucedido.
De confirmarse todo el ataque, Kendall Jenner podría hacer frente a una cuantiosa sanción económica. En Estados Unidos, como en muchos otros países, la ley estipula que de tener un perro considerado como raza peligrosa, éste debe ir siempre sujeto. Al conocer la noticia, las redes sociales se han echado encima de la modelo y la han criticado su poca solidaridad y vergüenza a la hora de hacer frente a lo ocurrido. La indignación de sus fieles es latente y ahora Jenner deberá afrontar las represalias.