Brasil vive un conflicto judicial por la liberación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores. Preso y condenado por corrupción. El juez de apelación Rogerio Fravreto ordenó su puesta en libertad urgente, pero su decisión no se ha llegado a ejecutar.
La orden de excarcelación provoco cuestionamientos por parte del juez Sérgio Moro, responsable del caso Petrobras y quien condenó a Lula en primera instancia a nueve años y seis meses de prisión. Un tercer juez bloqueó la orden de excarcelar al expresidente pero Favreto ha insistido en su decisión esta tarde, al decretar otra vez la liberación del político.
En las últimas horas se han dado órdenes judiciales que se contradicen entre sí. El choque de trenes -que en escasas horas ha hecho pensar que Lula estaría libre, que seguiría preso y ahora nuevamente libre- está creando una verdadera confusión en Brasil. Cabe destacar que en octubre el país celebrará las elecciones presidenciales más inciertas de su historia, siendo el exmandatario el candidato favorito.
Favreto, que estaba de guardia en el Tribunal Regional Federal 4, aceptó la petición de habeas corpus presentada por diputados del Partido de los Trabajadores (PT) para que el exmandatario abandonara la cárcel en la que se encuentra desde el pasado 7 de abril. Lula, cumple una condena de 12 años y un mes de cárcel por corrupción pasiva y blanqueo de capitales por aceptar un tríplex de lujo en Sao Paulo como pago de la constructora OAS por sus favores políticos.
Favreto argumentaba su decisión en que la pre-candidatura de Lula a las elecciones del próximo octubre es un “episodio nuevo” que afecta a la condición de preso de Lula, por lo que se debe permitir su plena libertad para que pueda participaren el proceso democrático.
El juez señaló que existe una “ausencia de fundamentación”, por no haber respetado la posibilidad de presentar recursos a los que Lula aún tenía derecho antes de ser detenido.
El juez Sergio Moro puso en duda que el juez Favreto tenga potestad para ordenar la puesta en libertad del expresidente, cuando los tres jueces de ese tribunal ya habían decidido lo contrario. “Es autoridad incompetente para sobreponerse a la decisión conjunta de los jueces del TRF-4 y de la corte Suprema”, escribió el titular de la Justicia en Curitiba, en el Estado de Paraná, donde Lula está preso.