CALI (AP) —
Noevia Serna fue declarada muerta por los médicos que la atendieron por un paro cardiorespiratorio.
Poco más de dos horas después y ya en una funeraria, la madrugada del martes, Serna, un ama de casa de 45 años, movió una mano y después la otra. Estaba viva. Fue llevada de la funeraria al hospital nuevamente.
El caso de Serna es investigado para conocer las causas médicas exactas por las cuales la mujer aparentemente “resucitó”, indicaron doctores que la atendieron en un hospital de Cali, en el departamento de Valle del Cauca.
Serna se encuentra actualmente recluida en una unidad de cuidados intensivos en el mismo Hospital Universitario de Cali donde había ingresado a inicios de semana y su pronóstico actual es “reservado” o grave, indicó el doctor Luis Fernando Rendón, director del hospital.
“Doña Noevia está en cuidado crítico… su pronóstico (de vida) es bajo”, indicó Rendón en diálogo telefónico con la AP. “Estamos en la investigación correspondiente y estamos también en el proceso de auditoria médica al proceso por el cual fue declarada muerta al no tener signos vitales”, aseguró.
Explicó que la mujer, que sufre de esclerosis múltiple –una enfermedad neurológica crónica que afecta al sistema nervioso central, es decir, al cerebro y a la médula espinal– llegó el lunes por la tarde al servicio de urgencias del hospital debido a que sufría un paro cardiorespiratorio. Estuvo entre 10 a 11 horas con equipos para ayudarla a respirar, pero presentó un nuevo paro cardiorespiratorio. “Entonces, al tratar de reanimarla, la paciente no responde y es declarada muerta” a las 3:40am del martes, aseguró Rendón.
El cuerpo de Serna fue transportado por una funeraria contratada por parientes.
“Yo recogí el cuerpo de la señora en el hospital y me lo llevé para la funeraria a la preparación”, dijo Jaime Aullón, el funcionario de la funeraria.
Cuando Aullón se disponía a inyectar en la pierna izquierda el formol, para preparar el cadáver, “vi que estaba moviendo el brazo derecho y le observo todo el cuerpo y paré el procedimiento y la llevé de nuevo al hospital para que la atendieran”.
Habían transcurrido dos horas y 20 minutos tras la declaración de la muerte de Serna. La mujer no le habló, sólo movió sus brazos, dijo en entrevista telefónica Aullón.
“Con 18 años de experiencia, ésta es la primera vez que me resucita un muerto”, aseguró Aullón. “La reacción mía fue normal, no me asusté ni nada, lo que me importaba es que ella recibiera de nuevo atención médica”. No fue posible de inmediato contactar a familiares de Serna.
Médicos como el neurocirujano Juan Mendoza Vega, uno de los cinco miembros del Tribunal Nacional de Ética Médica, destacó que casos como el de Serna, del cual no conocía detalles clínicos, eran “muy raros, pero pueden suceder…es la llamada ‘muerte aparente”’. Indicó que en algunos casos el corazón y la respiración pueden disminuir a niveles no detectables y reanimarse tiempo después. “Puede ocurrir, aunque no es resucitar porque nunca hubo muerte”, dijo Mendoza Vega.