En Río Lebrija
Por Alvaro Lora García
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Como Walter Soriano, de 19 años de edad, fue identificado el joven que murió ahogado ayer en horas de la tarde en el corregimiento de Terraplén, jurisdicción de San Martín, Cesar. El deceso del joven se produjo al caer al río Lebrija cuando embalsaba un lote de ganado del en la finca La Estrella, donde trabajaba como vaquero desde hacía un buen tiempo.
El joven oriundo de Mompos, sur de Bolívar, al parecer no sabía nadar y cuando trató de recoger varias reses que se devolvieron del lote, perdió la estabilidad del caballo y cayó a las aguas del Lebrija en el que se sumergió y no fue posible encontrarlo pese a la búsqueda que de inmediato emprendieron los pescadores del corregimiento de Terraplén que hasta altas horas de la noche lanzaron sus redes en el sitio donde Walter se hundió, pero el esfuerzo fue infructuoso.
Hasta el cierre de esta edición solo se conoció que el joven vaquero no había sido encontrado, por lo que empleados de la empresa ‘Sísmica Saes Explorations’, solicitaron a sus jefes la destinación de un helicóptero para buscarlo aguas abajo del río Lebrija, al tiempo que los pescadores se mostraron solidarios con los familiares del muchacho y emprendieron también la búsqueda a lo largo del afluente hídrico.
Los trabajadores de las fincas que se encuentran al margen del río Lebrija, ayer se mostraron molestos por la forma de contratación que efectúan los propietarios de estos predios, ya que el personal obrero no cuenta con seguridad social y cuando ocurre este tipo de situaciones, los gastos tienen que hacerlos el empleado o sus familiares.
En años anteriores cuando los Cocodrilos de San Rafael plagaron las aguas de los ríos San Alberto y Lebrija, al igual que las ciénagas que se encuentran alrededor de las poblaciones de La Consulta, Salinas, Puerto Oculto y Terraplén, muchos obreros de las fincas aledañas fueron atacados por esas fieras acuáticas que todo lo que se movía en el área que invadieron, era seleccionada como presa para mitigar el hambre.
Fueron varios los trabajadores que resultaron heridos por el ataque de estos animales y los gastos médicos corrieron por cuenta de sus familiares porque los propietarios de fincas en su presupuesto no incluían la seguridad social de sus obreros.
Muchos capataces y propietarios de algunas haciendas existentes en Terraplén, desconocen que todo empleador tiene la obligación de afiliar a sus empleados a una empresa Administradora de Riesgos Profesionales ARP. Con esa afiliación se cubren todos los gastos de salud que ocasionen los accidentes o enfermedades que produzca su trabajo, así como el pago de las incapacidades médicas.
Las normas legales, que van desde la Constitución, pasando por el Código del Trabajo, la ley 100 de seguridad social, hasta los decretos 614 de 1.984, la Resolución 1016 de 1.989 y el Decreto 1295 de 1.994, obligan de manera perentoria a los empleadores a asegurar a sus trabajadores contra los riesgos profesionales y a que adopten y desarrollen un Programa de Salud Ocupacional. Si no los afilian serán responsables directos de los riesgos que ocurran, además de las sanciones previstas, precisa la ley.
De igual manera, esta norma establece que ‘los empleadores, además de la obligación de establecer y ejecutar en forma permanente el Programa de Salud Ocupacional según lo establecido en las normas vigentes, son responsables de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales originados en su ambiente de trabajo’.