LIMA (AP) — El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, dijo el sábado que un acuerdo en Lima para el retorno de Honduras a su organización parecía inalcanzable, debido a la continuada oposición al “retorno incondicional” del presidente depuesto Manuel Zelaya al país y la sanción reciente contra jueces que condenaron esa destitución.
“Existen algunos obstáculos importantes para el retorno de Honduras”, dijo José Miguel Insulza en un diálogo con representantes de la sociedad civil, en la víspera de la inauguración de la Asamblea General, el órgano que fija el rumbo de la organización y que está conformado por los cancilleres de sus estados miembros.
Insulza dijo que el mayor de los obstáculos era la prohibición de retorno al país que todavía pesa sobre Zelaya, derrocado por un golpe de estado hace casi un año.
Seis días después del golpe, los cancilleres suspendieron a Honduras de la OEA. Pese a ello, el gobierno resultante del golpe condujo el país por medio año y entregó el mando a Porfirio Lobo, elegido popularmente en noviembre. Lobo, si bien tiene algún apoyo internacional, mantiene la restricción de retorno de Zelaya a su país.
“La construcción del gobierno actual de Honduras se ha hecho sobre la idea de la reconstrucción nacional”, dijo Inzulsa. “La verdad es que no veo cómo se podría producir esa reconciliación cuando el principal protagonista de la crisis es impedido de volver a su país”.