Por Redacción Política
En los últimos 12 años, La Guajira ha sido sinónimo de inestabilidad política. Con una clase política cuestionada por el manejo de los recursos y con acusaciones de corrupción, el departamento cayó en el círculo vicioso de que ningún gobernador electo termina su mandato.
En el 2015 fue elegida como gobernadora la polémica Oneida Pinto. Sin embargo, en junio del 2016 el Consejo de Estado acogió una demanda que señalaba una inhabilidad para ser elegida como gobernadora por haber ejercido como alcaldesa de Albania.
Duró menos de 7 meses en el cargo, pero actualmente Oneida enfrenta varios procesos: uno por presunto detrimento de más de $5.900 millones al municipio de Albania y otro por un contrato superior a los $20.000 millones cuando era gobernadora de La Guajira.
DE ENCARGO EN ENCARGO
Con la salida de Pinto, acusada de corrupción, empezó la inestabilidad en La Guajira. En su reemplazo impusieron a Jorge Enrique Vélez, nombrado por el expresidente Juan Manuel Santos. Vélez solo duró cuatro meses en el cargo porque en noviembre del 2016 se celebraron unas elecciones atípicas en las que fue elegido Wilmer González Brito, avalado por el partido de la U y el partido Conservador.
A los 100 días de haber sido elegido, González Brito salió de su cargo acusado de los delitos de cohecho, falsedad en documento privado, corrupción al sufragante y fraude procesal.
En febrero de 2017, el expresidente Juan Manuel Santos designó al antropólogo Weildler Guerra Curvelo como gobernador encargado del departamento de La Guajira, en reemplazo de Wilmer González. El escritor, que duró nueve meses como mandatario de La Guajira, es de los pocos gobernadores que ha salido sin problemas con la justicia.
A los nueve meses, en noviembre de 2017, Guerra salió del cargo. En su reemplazo, el Ministerio del Interior designó a Tania Buitrago, quien hizo parte de la terna enviada por el partido conservador y la U.
Sorpresivamente, en septiembre de 2018, Wilmer González Brito regresó al cargo de gobernador cuando el proceso se cerró por vencimiento de términos, pero volvió a ser suspendido en noviembre porque la Corte Suprema de Justicia lo condenó.
SUSPENDIDOS POR CORRUPCIÓN
El 9 de noviembre de 2018, ya en el poder el expresidente Iván Duque, se posesionó como gobernador encargado a Wilson Rojas Vanegas. En mayo de 2019, Rojas fue suspendido por el escándalo de un contrato de bilingüismo que se habría firmado irregularmente. Otro que salía por irregularidades.
Ese mes llegó Wilbert Hernández Sierra, pero en menos de 50 días en el cargo salió por una suspensión de la Procuraduría General.
En julio de 2019 aterrizó el noveno gobernador en solo tres años. Jhon Fuentes Medina, quien era secretario de Gobierno de la Gobernación de La Guajira, asumió como gobernador encargado.
ESTABILIDAD, PERO TEMPORAL
En octubre de 2019 terminaron los encargos y fue elegido Nemesio Roys como gobernador de La Guajira. Durante año y medio, el departamento minero gozó de estabilidad política.
Sin embargo, como si estuvieran condenados eternamente, en julio de 2021 el Consejo de Estado anuló su elección. Entre la aclaración y la decisión final estuvieron como gobernadores encargados José Aguilar Deluque y José Jaime Vence.
En julio de 2022, Roys salió de forma definitiva de su cargo. Jairo Aguilar Deluque estuvo un día como gobernador, y luego se posesionó José Jaime Vega Vence, quien estuvo en el máximo cargo departamental hasta el pasado 23 de febrero, cuando el presidente Gustavo Petro nombró a Daila Wilches como gobernadora encargada hasta diciembre de 2023.
La expectativa en La Guajira están centradas en las próximas elecciones regionales. ¿Logrará el próximo gobernador terminar su periodo o será uno más en la larga lista de políticos que salieron acusados por manejos?