Esta semana, en la ciudad de Medellín se llevó a cabo una convención del Pacto Histórico. Dos de las nuevas ministras escogidas por el nuevo gobierno del presidente electo Gustavo Petro y su fórmula vicepresidencial Francia Márquez lanzaron propuestas que despertaron polémica.
Patricia Ariza, la nueva ministra de Cultura, manifestó que se debe cobrar un “pequeño” impuesto del 4% a los planes de telefonía celular que superen un costo de $38.000 por recargo mensual.
Según la ministra, esto se generará para ampliar la base gravable del impuesto nacional para el consumo de la telefonía móvil. Pues esto deberá pasar de planes por encima de 3 Unidades de valor tributario a 1 de UVT, es decir, un plan igual o superior a $38.000 hasta $152.000.
En el caso de la ministra de Salud, Carolina Corcho, esta se refirió a la posibilidad de establecer un impuesto a las bebidas azucaradas en Colombia. Entre estas se incluirán las gaseosas, los jugos en caja y los té.
“Ha sido una discusión que se ha dado en el país. Los impuestos a las bebidas azucaradas, además de tener impactos favorables en la salud pública, porque desincentiva el consumo de gaseosas y azúcares, y disminuyen las enfermedades crónicas no transmisibles, podrían ser una fuente de recaudo para el sistema de salud”, aseguró Corcho en medio de la convención.