Como Yarlis Esther Rumbo García, de 41 años, fue identificado el cuerpo, quemado en un 80%, que la Policía encontró el pasado miércoles,a las 11:00 de la mañana, en la margen izquierda del río Guatapurí, a la altura del puente colgante del balneario Hurtado de Valledupar.
La mujer era soltera, no dejó hijos y residía con la madre, en la calle 25 con carrera 21 del barrio Primero de Mayo, de donde salió a las 8:00 de la mañana del miércoles, según explicaron los familiares que reconocieron el cadáver por las prendas que tenía.
No obstante, los restos de Yarlis Esther Rumbo siguen en la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses, mientras las autoridades verifican la información aportada por los reclamantes del cuerpo.
Ayer en la tarde, en medio de desgarradoras escenas de llanto, Ligia García, dijo que probablemente su hija se suicidó rociándose gasolina, teniendo en cuenta que sufría de problemas depresivos desde hacía siete años.
“Yo digo que tuvo que haber sido ella misma, porque no tenía enemigos, ni nada; tampoco salió con otra persona para decir que le hicieron un daño”, afirmó.
Sin embargo, la Policía avanza en las investigaciones de la mano de peritos de Medicina Legal, para esclarecer esta muerte.
El día de los hechos, el Mayor Johny Padilla, comandante del Primer Distrito de Policía Valledupar, explicó que no se detectaron indicios de violencia en el cadáver.