EL HIJO QUE ES LLORÓN…
Como dice el refranero popular, ‘el hijo que es llorón y la mamá que lo pellizca’, la forma politiquera con la que han manejado la Universidad Popular del Cesar, no solo tiene al claustro educativo en el ‘limbo’ porque no tiene rector y la elección del nuevo dignatario la han dilatado hasta decir ya no más, sino que ahora les toca pagar una millonaria suma de dinero (dicen que supera los 400 millones pesos por persona), por el mal despido de algunos funcionarios.
A quienes los rectores le dijeron “usted ya no trabaja más con la UPC, porque no es de mi cuerda”, ni corto ni perezoso demandaron y ya comenzaron a fallar las demandas a favor de los afectados. Una de las primeras demandas que reventó fue la que interpuso el ex candidato a la alcaldía de Valledupar por la Consulta Liberal, Rober Romero Ramírez, a quien el fallo ordena no solo reintegrarlo al cargo, sino a que le paguen un dinero largo por indemnización. Ya está bueno… es hora de que el Ministerio de Educación Nacional intervenga, para que no sigan matando de a poquito a la UPC.
RECOGIENDO FIRMAS
La ex jefe de prensa Emdupar, Kelly Cervantes, inició un proceso de recolección de firmas, pero no para aspirar a ningún cargo por el elección popular el próximo 30 de octubre, sino para que le devuelvan el puesto de donde la sacaron hace varios días.
Tras su sorpresiva salida, porque se sentía con poder al interior de la empresa, Kelly comenzó a tocar puertas de funcionarios de alto rango, sindicalistas y hasta de pesca estuvo por el despacho del Alcalde, porque aún no se explica, por qué le dieron la patadita de la mala suerte que la mandó al clan de los ‘privados’, sí, ‘privados’ de sueldo, vehículos y celulares oficiales.
¿Y EL REEMPLAZÓ?
Ha pasado más de un mes y la mesa directiva de la Asamblea del Cesar no se ha hecho sentir, para que se presente el reemplazo del diputado Pedro Jiménez Peroza, a quien el Consejo de Estado le tumbó la credencial.
Mientras se ponen de acuerdo para determinar quien ocupará la silla de Jiménez Peroza, las sesiones en la Duma Departamental sólo se realizan con diez diputados. ¿Será que esto no contraviene la Ley?, después son los dolores de cabeza. Lo cierto es que hay varios de los que están en la lista que están en otras oportunidades y no pueden ocupar la silla vacía que hay en la Asamblea, mientras que los que pueden llegar a ocupar la curul, están indecisos porque la palomita nada más sería por unos cuantos meses.
¿Será que quienes tienen la opción de ser diputado, así sea por unos meses, están pensando que solo llegarán a ocupar silla, porque como se mete la ley de garantía, tendrán poco manejo con el gobierno departamental?… Averígualo ‘Vargas’.