Mientras las autoridades mantienen la hipótesis de que Emiro José Peña Castillo, mató a su excompañera sentimental, Zoila Escalante Arenas, con un arma de fuego y luego se suicidó, la familia del vigilante pide que se investigue a fondo el caso, debido a que creen que su ser querido se hirió y alguien lo remató.
Emiro Peña Arias, dijo que las sospechas que rondan la muerte de su hijo, se deben a que el cuerpo presenta varias heridas con arma de fuego y cortaduras.
“Él no se ha podido cortar y haber dado varios tiros. A ese cuento le falta un pedazo”, manifestó el desesperado padre mientras reclamaba el cadáver de su hijo en las instalaciones de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Por su parte, los familiares de Zoila Escalante, prefirieron no referirse al tema y solo se limitaron a manifestar que las autoridades deberán aclarar lo sucedido.
El aterrador crimen ocurrió a las 2:30 de la tarde del martes, en la carrera 24 con calle 35, en casa de un hermano de Zoila, donde estaba radicada tras la separación.
Hasta el momento, la dirección de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar, no ha revelado los resultados de la necropsia, que den detalles de la muerte de la pareja.
El CTI de la Fiscalía hizo el levantamiento del cadáver, pero tampoco reveló detalles de las heridas que sufrió el vigilante.
“Nosotros hacemos la inspección, pero no damos precisión de lo encontrado, porque de eso se encarga Medicina Legal”, expresó Orlando García Quevedo, director del CTI seccional Cesar.
En ese mismo sentido se pronunció el comandante del primer Distrito de Policía Valledupar, Mayor Johnny Padilla. “Medicina Legal con unidades del Cuerpo Técnico de Investigación determinarán cuántos impactos tienen. Nosotros lo trasladamos herido y no podíamos evidenciar otros signos de violencia”, afirmó el oficial.
Al cierre de esta edición, el caso no había sido asignado a ninguna de las Fiscalías seccionales de la capital del Cesar.
Las investigaciones
Además de las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que se registró la muerte de Emiro José Peña Castillo, de 35 años, las autoridades investigan el robo de seis millones de pesos, registrado en la empresa recaudadora de pagos de servicios públicos en la que este vigilante prestaba sus servicios de custodia.
Minutos antes de haber llegado a la casa de su excompañera sentimental en el barrio Las Manuelitas, donde ambos murieron, el vigilante presuntamente habría participado en el hurto del dinero, según informó la Policía.