La hermana de un policía asesinado por las Farc el año pasado en el sur del país rehusó ayer martes al abrazo del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, durante una ceremonia del Gobierno en homenaje a las víctimas del conflicto armado que afecta a la nación desde hace más de medio siglo.
“Soy el primero en reconocer que para cualquier ser querido, una madre, como lo vimos hoy; una hermana, como lo vimos hoy, una condecoración no les va a devolver a sus seres más queridos”, dijo el jefe del Estado en la ceremonia realizada en la Plaza de los Héroes Caídos en Acción del Centro Administrativo Nacional, en Bogotá.
El subintendente de la Policía Jorge Alzate fue asesinado por guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), con las que el Gobierno negocia un acuerdo de paz desde hace más de tres años, en julio del año pasado en una carretera del departamento del Huila.
“Muchos colombianos no saben el dolor, la rabia, inclusive, de esos familiares que ven cómo sus seres queridos han perdido su vida por la patria. Es un dolor comprensible, una rabia que todos sentimos”, subrayó Santos.
Antes del discurso, Santos le entregó a la hermana de Alzate una medalla tras lo cual se le acercó en dos oportunidades para abrazarla, pero la joven rehusó.
El gobernante indicó que desde el año 2003 han perdido la vida en cumplimiento de su deber más de 6.000 integrantes de la Fuerza Pública, mientras que otros 26.000 han resultado heridos, algunos de ellos con lesiones permanentes.
“A todos ellos les debemos una inmensa gratitud. No hay palabras ni acciones con qué pagar esa deuda de gratitud. Y también a sus familias todo el reconocimiento y la solidaridad”, apostilló.
EFE