El nuevo secretario de Gobierno del municipio de Valledupar dialogó con EL PILÓN sobre cómo asume este nuevo reto y cuáles son las necesidades de la ciudadanía que deberá afrontar desde su cargo.
POR ANDREA GUERRA / EL PILÓN.
El nuevo secretario de Gobierno del municipio de Valledupar es el abogado y exalcalde de La Paz, Arturo Calderón Rivadeneira, quien se posesionó en el cargo este jueves 20 de enero en el patio colonial de la Alcaldía de la ciudad, evento que contó con la presencia del alcalde Mello Castro y otras personalidades, quienes destacaron la elección del recién llegado funcionario por “su amplia preparación y experiencia en asuntos públicos”.
Calderón Rivadeneira fue personero en el municipio de La Paz en el período 1995-2000, vicepresidente de la Asociación Nacional de Personeros, asesor del hospital Eduardo Arredondo Daza de Valledupar y también se desempeñó en la Gobernación de Hernando Molina Araújo, entre 2004 y 2006, como secretario de Salud.
Arturo Calderón Rivadeneira dialogó con EL PILÓN sobre este nuevo reto que asume en la política de la región y fue tajante en decir que hay que combatir la corrupción.
¿Cómo recibió la propuesta para este cargo?
El alcalde Mello Castro me hizo la invitación hace dos meses y de inmediato le dije que no porque estaba muy ocupado en cuestiones agrícolas, pero me insistió en que lo pensara, “hazlo por Valledupar”, me dijo.
A partir de ahí empecé a salir a los barrios a hablar con la gente, líderes sociales, gremios, la prensa, funcionarios y más personas para conocer de primera mano las necesidades de la población vallenata y encontré que mi nombre les genera confianza porque la comunidad conoce de mis gestiones en el sector educativo y de salud. Eso fue lo que me motivó a aceptar este cargo.
¿Cómo asume este nuevo reto?
Con actitud positiva y con ganas de jugarme el todo por el todo por el municipio de Valledupar para buscar mejores resultados en temas de seguridad, movilidad, espacio público, embellecimiento de la ciudad y sobre todo, por el cambio de mentalidad de la ciudadanía para recuperar la confianza entre las instituciones y las comunidades, porque no se puede pensar solamente en represión.
¿Por qué se ha perdido la confianza en las instituciones?
Hay tantas cosas… Ya ni siquiera se cree en los jueces por todos los escándalos en las cortes; en la rama Legislativa parece que dieran un pasaporte de corrupción; también ha decaído la confianza en la rama Ejecutiva y hasta la misma Policía. Tenemos que recuperar eso porque vivimos como en una anarquía, porque el individualismo hace que no nos interese lo que le pase a los demás, mientras eso esté así no habrá pertenencia por nada.
¿Cómo se combate esa anarquía?
Pronto conocerán las estrategias porque apenas estamos iniciando, pero se hace, por ejemplo, de la mano de la prensa porque se le debe contar a la gente con transparencia lo que se hace y lo que no. A ningún funcionario le debe dar pena decir que algo no se ha hecho o que no ha podido hacerlo, eso sería maquillar las cosas y a la gente le gusta que le hablen claro, no que le hagan creer que se está haciendo algo que no es así.
Las políticas públicas se miden por los resultados tangibles y en la percepción de la ciudadanía cuando se siente cercana a las instituciones y esa es nuestra obligación.
Es decir, ¿hay que humanizar la política?
Claro, y mirar cómo extirpamos la maldita corrupción, porque esa es la base de la desconfianza que tiene la gente hacia las instituciones. Ya con el solo hecho de ser congresista, alcalde, concejal u otro funcionario, enseguida se relaciona con ser corrupto, eso es preocupante.
¿Con qué diagnóstico recibe a Valledupar?
Con el peor, estamos en un caos. Sin embargo, ningún funcionario que llegue a la Alcaldía quiere hacer sus labores mal, por el contrario, quiere hacer lo mejor pero hay unos estilos o formas de gobernar que deben procurar por mejorar las relaciones con la población vallenata.
¿Qué les falta a los vallenatos?
A las personas de Valledupar les hace falta ocupación y recibir ingresos por un empleo digno y para eso tenemos que enfocarnos en nuestra potencialidad que es la agroindustria, porque tenemos todos los pisos térmicos para cultivar lo que queramos, incluso la universidad se quedó en eso porque no hay carreras de acuerdo con este entorno como veterinaria, agronomía, zootecnia y otras que permitan crear puestos de trabajo de este tipo.
¿Cómo califica la gestión de Luis Galvis?
Considero que hizo una gestión acorde con las circunstancias pero son tantos los problemas de esta ciudad que no es una tarea fácil.
Por otro lado, ¿Qué hace en su vida personal?
Últimamente me he desempeñado como líder gremial en el Comité de Arroceros del Cesar, yo siembro arroz y algodón en estas tierras privilegiadas pero que infortunadamente les hace falta agua, no sé por qué los congresistas con tanto que hablan no se ven los resultados en el agro del Cesar como lo tienen otros departamentos con sus distritos de riego, eso se debe seguir exigiendo.
¿Cómo ve las próximas elecciones?
Lo que le puedo decir a la gente es que escuche bien las propuestas y que no vendan el voto para que sea una verdadera democracia entre hombres y mujeres en igualdad de condiciones.