Por: Oscar De la Hoz S.
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A los 86 años, María Margarita Cabello la única tía que le queda al compositor y poeta Gustavo Gutiérrez, contó esos momentos de infancia familiar de “Gustavete” como lo solían llamar al ‘Flaco de Oro’, en esos años de juventud.
Recordó María Margarita que cuando Gustavo se encerraba en el cuarto y se le escuchaban los primeros tarareos de las canciones que hoy son leyenda, ella se sentaba en la esquina del cuarto a escuchar lo que componía, porque le gustaba lo que él hacía.
María Cabello a su edad todavía recuerda esos momento de infancia que vivió Gustavo con sus primos, quienes según ella, compartían siempre sus composiciones, “siempre andaban juntos, compartiendo la música y las amistades, hasta le ayudaban con las amigas, por su timidez”.
Gustavo contó con el apoyo de su familia cuando decidió dedicarse a la música, aunque no contara con una herencia musical, lo apoyaban en su proceso de música; su tía dice que el amor por la poesía si era heredado de su madre quien según María Margarita Cabello era quien tenía el don de las “palabras bonitas”.
La tía “Mari” como la llama Gustavo, en un tono de voz poco calmado dijo que su sobrino siempre tuvo interés por la música, por las letras, pero que nunca se imaginó que “Gustavete” iba hacer ese músico que es hoy en día. “Gustavo empezó con la composición como a los 23 años, pero componía hermoso, esos versos que hacía le gustaban a todos”.
Los familiares de Gustavo Gutiérrez siempre han estado placenteros con que él siempre haya desarrollado la música, él resalta que su familia siempre lo apoyó y como en esa época era muy poco convencional el estilo de letra que componía, su padre fue el único que no le gustaba esa iniciativa de Gustavo, “mi familia estuvo ahí siempre, mi tía siempre me apoyó, siempre encontré una voz de aliento para seguir en este proceso de la música” puntualizó el compositor.