Dos presuntos guerrilleros del 41 frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, se entregaron voluntariamente a miembros de la Décima Brigada del Ejército colombiano en el municipio de Riohacha, La Guajira, argumentando que eran sometidos a malos tratos, estaban aburridos por el distanciamiento con sus familiares y que querían volver a la vida civil.
Voceros de la base militar, con sede en la capital de la Guajira, aseguraron que los desertores de las filas subversivas eran conocidos en el ámbito delictivo como alias ‘Fabián’ de 35 años, nacido en el municipio de Aracataca, Magdalena y llevaba 15 años de estar luchando contra el Estado Colombiano, y alias ‘Zuleima’ de 21 años, natural del municipio de La Paz, Cesar, quien hace un año había ingresado a las filas de la subversión.
Las autoridades militares no dijeron en qué lugar de La Guajira o el Cesar, tenían su centro de operaciones, ni qué prontuario delictivo registraban, pero señalaron que se encuentran bajo protección militar y entrarán al proceso de resocialización a la vida civil, para que gocen de todos los beneficios que les brinda el Gobierno Nacional. Tampoco manifestaron si la entrega voluntaria la hicieron con los uniformes camuflados, las armas de fuego y demás elementos utilizados para la guerra.
La campaña publicitaria emprendida por el alto gobierno ha venido arrojando buenos resultados: en lo que va corrido del año, 29 miembros de los grupos al margen de la Ley, Farc y Eln, han abandonado sus filas para reintegrarse a la sociedad civil, al considerar que están en una lucha estéril y sin ningún beneficio para ellos.