- Teodoro Ortegón Perdomo
Luego de varios días de investigación y pesquisas, en la tarde del sábado anterior fue rescatado sano y salvo el ganadero tolimense Teodoro Ortegón Perdomo, de 63 años de edad, quien fue secuestrado por hombres armados el 18 de diciembre de 2009, cuando desde Aguachica se dirigía a una de sus fincas ubicada en el el corregimiento de Buturama.
De acuerdo con el comandante de la policía Cesar, coronel Ramiro Orlando Tobo Peña, el exitoso rescate se produjo en inmediaciones de la vereda La Morena, jurisdicción de Aguachica, donde los secuestradores tenían a Ortegón Perdomo en condiciones lamentables, ya que no lo protegían de la humedad del terreno y le deban muy pocos alimentos.
Una vez el Gaula divisó el sitio donde se encontraba el ganadero, varias unidades rodearon el área, pero pese a lo sigiloso del operativo, los secuestradores se dieron a la huida, por lo que no hubo capturas en el instante de rescatar sano y salvo al empresario del campo.
Una vez en la libertad, el ganadero fue trasladado hasta el municipio de Gamarra, donde los efectivos del Gaula y el comandante de la Policía Cesar, lo entregaron a sus familiares que entre llantos y aplausos lo condujeron hasta una de las clínicas de Aguachica, a fin de que los galenos revisaran su estado de salud.
Las condiciones físicas de Ortegón Perdomo, no eran las mejores, debido a su alto estado de deshidratación y nutrición, ya que se pudo conocer por parte de las autoridades, que los secuestradores lo sometían a días prolongados sin comer y sin beber.
El coronel Tobo Peña aseguró que los integrantes del grupo armado que secuestraron al ganadero, residente en Aguachica, forman parte de una banda de delincuentes comunes que negocian secuestrados con los grupos subversivos que mantienen su accionar en la zona alta de este municipio del sur del Cesar.
Con la efectividad del Gaula de la Policía Aguachica, en lo que va corrido de este año ya son tres los ganaderos rescatados por esta unidad, que busca ser fortalecida en una zona donde los grupos generadores de violencia han visto del secuestro, una de rentabilidad fuerte para su subsistencia.