Una avioneta que al parecer iba a ser cargada con drogas en la alta Guajira fue detectada por la Fuerza Aérea Colombiana, FAC, y posteriormente destruida en un operativo conjunto con el Ejército y la Armada Nacional.
La aeronave quedó al descubierto gracias a los sistemas de alerta temprana y al centro de comando y control de la FAC, violando el espacio aéreo en la Alta Guajira.
Tras varios minutos de seguimiento y advertencias, la aeronave tipo monomotor C-210 de matrícula N755SW, sin plan de vuelo establecido fue ubicada cuando volaba en la zona de Puerto Bolívar, corregimiento de Uribia, La Guajira.
“La avioneta fue seguida por aeronaves de combate de la institución, obligándola a aterrizar en una pista ilegal llamada ‘Bahía Honda’, ubicada en la zona de la Alta Guajira, en donde fue abandonada por sus ocupantes”, informó la Fuerza Aérea.
Tropas pertenecientes a la Décima Brigada y a la Infantería de Marina hicieron presencia en la zona, con el fin de asegurar el área para efectuar los procedimientos de judicialización por parte de la policía judicial.
El coronel David Barrero, jefe del Comando Aéreo de Combate con sede en Malambo, comunicó que los operativos en esta zona y en otros sectores del Caribe colombiano son realizados con frecuencia, debido al alto tráfico de aeronaves sin plan de vuelo.
“Veníamos haciendo seguimiento a una aeronave sospechosa que provenía de Centroamérica y que finalmente ingresaron a espacio aéreo colombiano. Alrededor de las cinco de la tarde, la aeronave finalmente es interceptada y durante este período realiza unas maniobras agresivas en contra de los agentes de la Fuera Aérea Colombiana. Finalmente se cumplen las fases que obligaron a la aeronave a aterrizar”, explicó el oficial.
De igual forma dio a conocer que en la zona avanzan los operativos para capturar al piloto y al tripulante de la avioneta.
La Fuerza Aérea Colombiana ha logrado inutilizar en lo que va corrido del año a más de 20 aeronaves ilegales, reduciendo la posibilidad del tráfico de estupefacientes por vía aérea, evitando que el flagelo del narcotráfico fomente las finanzas de los grupos narcoterroristas al margen de la ley.