Perfiles de EL PILÓN
Para que los lectores conozcan a profundidad quienes son los candidatos que aspiran a la Gobernación del Cesar y a la Alcaldía de Valledupar, hoy iniciamos la publicación de una serie de perfiles con cada uno de ellos. En esta oportunidad empezamos con el aspirante a la Alcaldía de Valledupar, Fredys Socarrás Reales.
Freddys Miguel Socarrás Reales es médico cirujano, egresado de la Universidad Libre de Colombia, especialista en Gerencia de Servicios de Salud. Está dentro de la lista de candidatos que recogió firmas para obtener el aval, que en su momento le negó el partido de la U. Hoy siente que su mayor respaldo lo tiene en las 97 mil firmas que recolectó para tal fin y que le dio origen a su actual grupo político “Si podemos”.
La principal motivación para iniciarse en la vida pública fue su vocación de servicio, “soy un servidor empedernido, disfruto el servicio al otro y tengo aversión a la adulación y al que me sirvan. Mi propia vocación la descubrí en mi profesión médica, se puede hacer mucho desde lo público”.
Su campaña es financiada por personas de reconocida trayectoria en la vida social y empresarial del Cesar que creen en su propuesta y aportan con la racionalidad propia de todas las campañas en las que ha participado.
Lo más polémico que ha hecho en su vida fue haberle hecho un debate en la Asamblea a un miembro de su grupo político cuando fue diputado, porque a su parecer no estaba haciendo una gestión eficiente.
Manda con el ejemplo, le gusta la puntualidad en la disciplina laboral, gerencia lo público con eficiencia y eficacia, por esta razón se rodea de gente que camine a su propio ritmo.
Su vida pública
Su carrera como servidor la ha desarrollado, tanto en el sector público como en el privado. Se destacan su paso por la Secretaría de Salud del Departamento del Cesar en donde fue jefe de División de Saneamiento Ambiental, para posteriormente pasar a dirigir la Secretaría de Salud del Departamento del Cesar.
Posteriormente, fue servidor en el ISS, en la División de Servicios de Salud de la Seccional Cesar, encargado de la Dirección de la Clínica de Segundo nivel de atención de la Clínica Ana María del ISS de Valledupar, con más de 140 camas, posteriormente desempeñó las funciones de Gerente Seccional de EPS, en donde se desarrolló la primera subasta pública de medicamentos esenciales en la historia del ISS y la primera en instituciones públicas del departamento del Cesar durante las vigencias de 1995, 1996 y 1997, subasta que logró los precios más bajos en el país. Gestión reconocida por la Coordinación Nacional de Servicios Farmacéuticos.
Al renunciar del ISS en mayo de 1998, fue contratado por la Aseguradora Colseguros como Director Médico de la red de servicios de salud de la Aseguradora en el Cesar, sobre todo en el cordón minero del Departamento, administró la Póliza Médica de los trabajadores de la Multinacional Drummond Ltda.
Para compartir las experiencias administrativas adquiridas, irrumpió en la docencia durante cuatro años en la Universidad de Santander sede de Valledupar, en las cátedras de Gestión en Salud y Administración enfocada a la salud, desde febrero de 1999 a junio de 2003. Estas experiencias también han sido compartidas en la Universidad Popular del Cesar en pregrado en las cátedras de Farmacología, Gestión en Salud, también en Postgrados de Gerencia en Servicios de Salud, Auditoría en Salud y Salud Familiar, dictando los módulos de Planeación en Salud, Administración en Salud, EPS y modelos de Salud.
Luego estuvo como asesor del despacho del Gobernador del Cesar en diferentes temas que tienen que ver con los sectores sociales de la salud y educación, apoyando el desarrollo del sector salud en el departamento, la cobertura universal en el Régimen Subsidiado.
¿Cómo es Fredys Socarrás Reales?
Es un hombre de 48 años, tranquilo; antes de tomar decisiones importantes, le gusta escuchar las opiniones de sus amigos incondicionales, muchos de los cuales son anónimos, otros académicos y políticos, pero bien fundamentados en lo ético y moral; luego pone las cosas en blanco y negro decide por donde le indica el corazón que es finalmente lo que le genera paz y tranquilidad.
Su formación con perfil humanista la adquirió en el hogar conformado por sus padres y hermanos, también fue influenciado por la gente de su barrio, El Cañaguate y la consolidó con su profesión médica en donde el contacto con la gente necesitada le ha aportado sensibilidad y una percepción de lo que es justo.
Los tragos más amargos que ha tenido en su vida los asimila rápidamente, no se queda en los hechos sino que trata de elaborarlos y transformarlos, a través del perdón, por esa misma razón considera que no hay nada en la vida que le haya dejado resentimientos. Se considera una persona alegre que en medio de una vida austera ha encontrado la felicidad al lado de su esposa y sus cuatro hijos.
Cuando habla de sus afectos, explica que su corazón late por “una madre sin igual, solidaria, amorosa y entregada, encontré una esposa hacendosa, de bajo perfil, pero una gran madre y esposa, y cuatro hijos que amo que son el reflejo de lo que he querido darles como padre”.
Sus raíces están afianzadas en dos personas, Santander Socarrás (q.pe.p.d), un carpintero de una familia reconocida por ser gente de bien, vallenato de pura cepa, y Elsa Reales del barrio El Cerezo, hoy Centro, tan vallenata como el rio Guatapurí, según sus propias palabras. Estas raíces tan afianzadas en este suelo, es lo que lo han llevado a defender de manera ferviente lo que considera que es nuestro.
Es amante de la música, de la que disfruta muy especialmente bailando vallenatos, salsa y merengues. También disfruta del silencio y la lectura y de actividades físicas como trotar y caminar.Le seducen además el talento y el saber de otras personas.
Su temple lo ha formado a través de una intensa vida espiritual, para Socarrás, “quien no es rico espiritualmente sucumbe ante las tentaciones del dinero, del poder, de las ambiciones desmedidas. Quien cuida su crecimiento espiritual no hay huracán que lo tumbe. En eso sustento el temple que me caracteriza, que no es gruñón ni explosivo, sino sereno y sólido”.
Los demás lo ven como un hombre sano, trabajador, con liderazgo político creciente y desprovisto de odios ante los demás. Señala que “muchos se han equivocado al ver la mansedumbre de corazón, pero se chocan con una actitud recia ante lo que no es ético para mí”, afirma.