“En mi juventud, como muchos escritores de mi generación, fui marxista y creí que el socialismo sería el remedio para la explotación y las injusticias sociales que arreciaban en mi país, América Latina y el resto del Tercer Mundo”.
“Mi decepción del estatismo y el colectivismo y mi tránsito hacia el demócrata y el liberal que soy, que trato de ser, fue largo, difícil, y se llevó a cabo despacio y a raíz de episodios como la conversión de la Revolución Cubana, que me había entusiasmado al principio, al modelo autoritario y vertical de la Unión Soviética”, dijo el escritor Mario Vargas Llosa, en su discurso de aceptación del Nobel. La ceremonia de recepción del premio será pasado mañana en Estocolmo.