“Mi vida me la critican por que yo soy parrandero, y a pesar de todo esto soy hombre de obligación. Deben tener en cuenta de que esta es mi profesión, y si hay una parranda mis traguitos me los pego”.
Sentado en una silla de ruedas, esperando recibir su tratamiento de hemodiálisis, se encontraba el juglar Vicente ‘Chente’ Munive, acompañado de su mujer, Edilma Castilla, en la Unidad Renal Santa Rita de Valledupar. Desde hace unos meses, el músico viene perdiendo algunas de sus facultades físicas.
Según el médico José Romero Churio, paisano y familiar del juglar, Munive padece una insuficiencia renal crónica y aunque está en tratamiento, sus allegados resaltan que el estado de salud del maestro es delicado a sus 73 años.
“A los mayores de 65 años ni siquiera los ponen en lista de espera para un trasplante de órganos. ‘Chente’ que es mi paisano y familiar, está lamentablemente enfermo”, dijo el médico Romero Churio.
Mientras ‘Chente’ Munive espera ser ingresado a su tratamiento en la unidad renal, su compañera comenta que desde hace algún tiempo ya no es el mismo y que su ánimo ha decaído a causa de la poca movilidad de su cuerpo.
“Desde el mes de mayo de este año tiene dificultades urinarias, ha bajado de peso, olvida las cosas y dice incoherencias. Tuvo una recaída con fiebres y por eso lo recluimos en la Clínica del Cesar”, dijo Edilma Castilla.
Desde el pasado jueves 25, el juglar fue internado en la Clínica del Cesar, en donde permaneció cinco días, acompañado de sus hijas. “Todo este tiempo lo han visitado sus amigos, Leandro, días antes de morir, fue a visitarlo, un hijo de Escalona también, fue Ivo Díaz, Beto Murgas, esto lo ha tenido complacido en Guacoche”, concluyó Edilma, mujer que lo acompaña hace 15 años, aunque su familia reconoce jocosamente que también visita a la madre de sus hijos en una finca que tiene en el corregimiento de La Mina.
Al preguntarle por su ánimo, y estado de salud, el maestro Munive no coordina sus palabras, habla entrecortado y no concluye las ideas; la única frase que completó con fuerza y sin vacilar: “mi profesión es cantar”, “mi acordeón se llama Fermín Arias”. El juglar recuerda que le puso ese nombre a su acordeón cinco Letras en honor a su amigo de parrandas patillalero, Valledupar, y enfatiza, “Fermín aún vive”.
Luego de terminar el tratamiento de hemodiálisis que dura cuatro horas y se realiza cada dos días, el maestro es llevado a su casa en el corregimiento de Guacoche. Desde hace un tiempo, por su estado de salud ‘Chente’ ya no sale a visitar a Atánquez, La Mina y otros territorios vecinos.
La primera Canción que le grabaron fue ‘El Merenguito’ por Los Playoneros del Cesar en la Voz de Guicho Sánchez. También le grabaron El amor de la Callejera, Jorge Oñate con los Hermanos López; La Rabo de Plata por Julito De la Ossa; Viejo Parrandero por Poncho Zuleta con Chiche Martínez y La Mala Fama por Julito De La Ossa.
Por Andrés Llamas Nova
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