Las muertes violentas de Carmen Isabel Lozada Bueno, de 36 años, y Sindy Julieth Busto Ospino, de 37, registradas el 26 de enero y 4 de febrero, respectivamente en Valledupar, aparentemente no fueron cometidas por la misma persona según lo investigado hasta ahora por las autoridades del departamento del Cesar.
Así lo señaló el abogado Andrés Alberto Palencia Fajardo, director de Fiscalías seccional Cesar, ante los rumores y preocupación de la comunidad sobre un asesino serial de mujeres suelto por las calles de Valledupar.
“No tenemos ninguna referencia de que se trate de un asesino serial porque lo que más vislumbramos entre los dos casos, y de acuerdo a los elementos de prueba que tenemos, es que se trate posiblemente de un tema más pasional por las relaciones complicadas que las mujeres tenían con hombres”, precisó el funcionario a EL PILÓN.
No obstante, reconoció que en ambos escenarios se evidenciaron puntos comunes, tales como la forma en que son halladas las femeninas, es decir, en avanzado estado de descomposición, y las áreas del hecho, que son apartadas, no transitables, sectores públicos y zonas donde hacen presencia animales carroñeros.
“Las mujeres mueren por circunstancias totalmente diferentes, el primer caso registra, según el informe preliminar de Medicina Legal, una muerte producida por objeto contundente, al parecer, una piedra que golpea el cráneo de la fémina ocasionándole exposición de masa craneoencefálico, lo que conllevó que animales terminaran dañando el rostro; en el segundo caso, el informe preliminar de Medicina Legal indica que se trata de una muerte por asfixia, ella muere y a los días comienza a descomponerse e igualmente los animales carroñeros atacaron el rostro porque los animales lo primero que encuentran fácil de comer son los ojos”, agregó Palencia Fajardo.
Eso explicaría, posiblemente, el hecho de que los cadáveres estaban en condiciones precarias físicamente en el rostro y en alto estado de descomposición.
Otra teoría de las autoridades revela que las víctimas fueron llevadas a esos sitios por una persona de confianza que terminó acabando con sus vidas.
“Es decir, no se vieron signos de maltrato que indicaran que llevaban a la persona amarrada y las tiraran en ese lugar, sino personas conocidas que las trasladaron a los lugares y aprovecharon para matarlas”, puntualizó Palencia.
La Fiscalía espera que en menos de 30 días los investigadores puedan arrojar los primeros resultados sobre los casos.
LAS VÍCTIMAS
Carmen Isabel Lozada Bueno, encontrada sin vida en inmediaciones del conjunto residencial Acuarela, al norte de Valledupar, estaba recién llegada de Bogotá.
Según allegados, Lozada salió el 23 de enero a un inmueble de Nando Marín para ir al río a hacer ejercicio y a visitar una hija, pero nunca más regresó.
Mientras que, Sindy Julieth Busto, el anterior primero de febrero salió a realizar una diligencia y tampoco volvió a su casa en los 450 Años, donde vivía con dos hijos y su reciente pareja.
“Un día antes había hablado por WhatsApp con mi mamá y le había dicho que estaba buscando apartamento para mudarse, pero no dijo nada más, eso eran sus planes y la verdad ella no nos había comunicado ningún inconveniente”, manifestó Karen Bustos, hermana de la víctima.