El Juzgado Único Penal Especializado del circuito de Valledupar, en cabeza de Luisa Pinto Ochoa, procedió a dictar sentencia condenatoria contra Álvaro Marino Centeno acusado de secuestro extorsivo agravado en el que resultó víctima Ramón Elías Bayona.
La decisión afectó a Centeno con la medida de 37 años y cuatro meses de prisión.
Hechos
Este secuestro se presentó el 27 de enero 2008 en la entrada de la finca ‘Donde Gina’, vereda del Tambo, corregimiento de San José de Oriente, jurisdicción del municipio de La Paz cuando Ramón Elías Bayona y su ayudante Jorge Arévalo y John Jairo Hernández, quienes se transportaban en un vehículo, fueron abordados por dos sujetos encapuchado y luego de someterlos, procedieron a llevarse a Bayona de quien hasta la fecha se desconoce su paradero.
Al día siguiente de los hechos, un tipo que se identificó como Octavio del frente 41 de la FARC, mediante llamada telefónica, exigió a un familiar de la víctima la suma de 20 millones de pesos por la liberación de Bayona, cantidad que fue reducida a cinco millones de pesos.
Pese al pago del dinero, consignado a nombre de Michael Rafael Oliver Iglesia y la otra en tarjetas prepagos. La liberación nunca se dio.
OTRA CONDENA
Otro fallo condenatorio que obliga a Luis Eduardo Poveda Argote a pasar 37 años y cuatro meses en una cárcel, dictó este mismo despacho, presidido por la Juez Pinto Ochoa, quien lo encontró responsable del delito de secuestro extorsivo agravado en los que resultó víctima una menor de edad.
Los hechos que se registraron el 23 de diciembre del 2008 cuando Rubí Estela Rizo recibió en su celular unos mensajes de textos donde supuestamente se comunicaba con ella, su hijo muerto Arnellis de Jesús Millán Rizo, revelándole que estaba vivo y a la vez le pedía que mandara a su hermana menor a un hotel del municipio de Codazzi donde se hospedaba, para que esta lo atendiera.
Esta versión fue creíble para la señora Rizo debido a que nunca vio los restos incinerados de su hijo.
La incauta mujer se trasladó al sitio indicado en el municipio de Codazzi con su hija y al día siguiente, 24 de diciembre, a eso de las 7:00 de la noche, dos hombre las condujeron hasta un sitio apartado del pueblo, allí permanecieron hasta la madrugada del día siguiente, custodiadas por los raptores.
Al amanecer, le revelaron a la confundida madre que se trataba de un secuestro y que si quería volver a ver a su hija con vida, debía pagar 10 millones de pesos.
La mujer, quien recibió un plazo de seis días para entregar el dinero, debió regresar a buscarlo.
Pero la mujer en medio de su temor, acudió al Gaula, quienes tras diligencias de seguimiento dieron con Luis Eduardo Poveda Argote y Marlon Correa Gómez, este último menor de edad para la época, quienes fueron capturados al momento que llegaron a recibir el dinero y a entregar a la joven secuestrada.
Más adelante, las investigaciones demostrarían que la joven fue accedida en tres oportunidades por José María Molina quien convivía con una hermana de la víctima.