AP — Los dos helicópteros brasileños que serán utilizados a partir de hoy en la liberación de 10 uniformados anunciada por las Farc, aterrizaron ayer en el aeropuerto de Villavicencio, en uno de los cuales llegó la ex senadora Piedad Córdoba.
La ex senadora, procedente de la población brasileña de San Gabriel de Cachoeira, en la frontera con Colombia, dijo a su arribo que “todo va muy bien. mañana (lunes) salimos temprano…lo de mañana es un hecho”.
Destacó que los guerrilleros de las FARC sólo “me entregarán temprano las coordenadas” (para recoger a los uniformados), y ya en vuelo se las dará a conocer a los pilotos de las aeronaves.
Córdoba llegó acompañada, además de 18 miembros de la tripulación, de Marleny Orjuela –una activista que lidera un movimiento que propende por la liberación de los rehenes de las guerrillas–, la senadora Gloria Inés Ramírez y la ex legisladora Gloria Cuartas, ambas del izquierdista Polo Democrático.
Los helicópteros Súper Cougar de la Fuerza Aérea de Brasil, con los emblemas de la Cruz Roja Internacional, quedaron en el aeropuerto Vanguardia de Villaviencio, a unos 75 kilómetros al sureste de Bogotá, desde donde partirán hoy a primera hora hacia algún lugar de las selvas colombianas.
Córdoba aseguró que “las FARC siguen con el compromiso de la liberación y entrega total de todas las personas”.
En otro punto de la ciudad, la ex senadora era aguardada, desde la mañana, por las familias de los seis policías y cuatro militares del ejército que serán liberados, al igual que por activistas colombianos y extranjeros gestores de paz.
Córdoba ha explicado que las liberaciones se darán en dos entregas: la primera hoy lunes, y una más el miércoles 4 de abril. Sin embargo, no descarta que durante el primer operativo le sea entregado el total de uniformados.
Olivia Solarte, madre del policía cesarense Jorge Trujillo Solarte, destacó en Villavicencio que “por fin se va a acabar este vía crucis de dolor.
“Fueron 14 años de sufrimiento y penas que no se las deseamos ni al mismo Dios”, detalló.
Adolfo Beteta, delegado del CICR, dijo en entrevista con AP que su institución “está preparada para cualquier alternativa que se presente, bien sea una entrega o, incluso, tres entregas” de rehenes.
Aunque en la capital de Meta se respira tranquilidad, las autoridades policiales la han blindado por completo.
“El dispositivo de seguridad ya está listo” y se extenderá hasta el próximo jueves, para el recibo de las comisiones, las familias y los uniformados, explicó el coronel Martín Guío, comandante de la policía metropolitana de Villavicencio,
“Hay más de 500 policías en la ciudad para controlarlo todo”, sostuvo Guío.
Alan Jara, ex secuestrado y hoy gobernador del Meta, dijo en diálogo telefónico con The Associated Press que en Villavicencio “hay un ambiente de libertad muy bonito”, y que frente a las etapas de entrega es “un optimista obligado; sólo tengo fe en Dios de que todo saldrá bien”.
Jara, estuvo secuestrado durante siete años, hasta que el 3 de febrero de 2009 las FARC lo entregaron a una comisión humanitaria encabezada por Piedad Córdoba, en un operativo similar al que ahora está en desarrollo.
Precisamente, el funcionario compartió tres años y medio de su cautiverio con todos los uniformados que serían dejados en libertad. A los 10 les impartió clases de inglés y ruso en medio de la selva.
Del intendente de la policía Wilson Rojas el funcionario recuerda, por ejemplo, que “no le gustó el inglés (porque) no se pronunciaba de la misma manera como se escribía…se dedicó mejor al ruso”.
Por su parte, Carlos Duarte Rojas, también policía, “asistía a todas las clases pero no participaba (de ellas) sino que le tomaba del pelo (se mofaba) a los compañeros que se equivocaban”, comentó Jara.
Todos los uniformados “son personas especiales y generosos. Son héroes realmente”, destacó.