Según Observatorio de Paz
Según el Observatorio de Paz Integral, OPI, las estructuras paramilitares copan la totalidad del territorio, lo que les permite tener el control sociopolítico, militar y económico. Y se robustecen con el negocio del narcotráfico, y las extorsiones, a cambio de seguridad a los comerciantes.
Afirma en el comunicado que desde hace varios años el Observatorio de Paz Integral ha venido denunciando en la región del Magdalena Medio, que abarca el sur de Cesar y Bolívar, así como Santander, el surgimiento de nuevas estructuras paramilitares pese a la desmovilización que se dio en la región en 2006.
El informe precisa que en la actualidad se habla de dos grandes estructuras paramilitares como son Los Rastrojos y Los Urabeños, y otras cinco estructuras locales y regionales como Los Vagos, Los Botalones, Las Autodefensas de Barrancabermeja, Las Águilas Negras y Don Cesar, que tienen el mismo poderío que los más grandes grupos armados ilegales que han querido establecerse en regiones como el sur de Cesar y sur de Bolívar.
Las autoridades afirman que dichas estructuras armadas se robustecen con el narcotráfico, y las extorsiones, lo que les sirve para adelantar acciones violentas contra la población civil.
Explica el informe detalladamente, que después de registrarse la desmovilización de cerca de seis mil hombres de las Autodefensas en la región del Magdalena Medio, en 2006 se identificaron 26 nuevas estructuras en los 31 municipios del Magdalena Medio, haciendo su mayor concentración en el sur de Cesar, Bolívar y Santander.
Paralelamente, a la llegada de estas grandes estructuras de tipo paramilitar, el estudio revelado ayer precisa al mismo tiempo que el grupo armado que toma fuerza en la región se autodenomina como ‘Los Vagos’, ubicados en zona rural de los municipios de Santa Rosa del Sur y Simití en el sur de Bolívar.
Según datos recopilados por el OPI, a las nuevas organizaciones armadas conformadas después de las desmovilizaciones de las Autodefensas, se le acusan de más de mil 051 homicidios selectivos, de los cuales la mayoría se presentaron en las ciudades de Aguachica, Barrancabermeja y Puerto Berrío; Las razones según las investigaciones, por ser ciudades geográficamente estratégicas que permiten su accionar delictivo, ya que conectan con otras zonas del país, y concentran una buena cantidad de desmovilizados los cuales ante la falta de programas claros para reincorporarse a la vida civil, optan por seguir en el conflicto armado.
Otra acción recurrente puntualiza la investigación, es la amenaza a través de panfletos intimidatorios, donde señalan como de izquierda a comunidades, personas, sectores sociales, y organizaciones sociales y defensoras de los derechos humanos, que vienen realizando denuncias sobre sus acciones.
Su accionar regional
Pese a que en los últimos años con contundentes golpes la Policía y otras instituciones del Estado, han intentado frenar el accionar de esos grupos armados al margen de la ley, aún continúan en la región a veces haciendo mayor presencia en el sur de Bolívar.
Con el asedio de las diferentes instituciones estatales, en especial la Fuerza Pública, estás nuevas estructuras manejan un bajo perfil en las zonas donde tienen el control, operando de civil, ocultan sus alias, no se concentran en grandes cantidades ni en campamentos y vienen utilizando a menores de edad para cometer sus actos delictivos convirtiéndose en un reto para las autoridades a la hora de implementar estrategias de seguridad para contrarrestarlas.