El Gobierno de Estados Unidos volvió a negar su implicación en el supuesto atentado del sábado contra el presidente de Venezuela, Nicolás Manduro, y aseguró que investigará “actividades ilegales” dentro de su territorio si se aportan “evidencias creíbles”.
Una portavoz del Departamento de Estado reiteró la condena de EE.UU. a la “violencia política” que tuvo lugar el sábado en Caracas cuando Maduro daba un discurso durante un acto de celebración del 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada).
El presidente salió ileso, pero el suceso se saldó con siete guardias heridos, con los que Estados Unidos expresó hoy sus “sentidas condolencias”.
“Estados Unidos niega cualquier implicación en este incidente e investigará actividades ilegales dentro de sus fronteras si se aportan evidencias creíbles”, subrayó la citada portavoz.
El Gobierno de Caracas afirma que el incidente del sábado fue un atentado de “drones con explosivos” que buscaba asesinar a Maduro, quien en un discurso televisado apuntó como culpables al ya expresidente de Colombia Juan Manuel Santos, y a la ultraderecha colombiana y venezolana.
Maduro, además, aseguró que varios “autores intelectuales” y “financistas” del ataque viven en el estado de La Florida.
Poco después del suceso, Santos rechazó su implicación en el atentado, mientras que John Bolton, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, aseguró que “inequívocamente” Estados Unidos no había participado en ese ataque.
Un grupo autodenominado en las redes sociales como Soldados de Franela (de camiseta, en alusión a que son de bajo rango) se atribuyó la autoría del ataque el sábado.
Sin embargo, en el contexto de una dura crisis económica, parte de la población venezolana tiene dudas sobre la versión oficial.
Desde que llegó a la Presidencia de Venezuela en 2013, Maduro ha aludido en más de veinte ocasiones a intentos de asesinato, llegando a mencionar el tema hasta once veces en su primer año en el poder.
Hasta ahora, el ejecutivo venezolano ha detenido a seis personas acusadas de participar en el supuesto ataque.