Desde noviembre de 2011 que la empresa Ecopetrol y la alcaldía de Pelaya firmaron un convenio para la iluminación del Estadio de Fútbol del municipio, los resultados para mejorar el deporte tuvieron un giro, ya que muchas personas en vez de darle el buen uso para la recreación, lo han convertido en el centro ideal para el consumo de todo tipo de alucinógenos.
Dirigentes de la comunidad vecina señalaron que las seis torres con ocho lámparas cada una, se instalaron en puntos estratégicos para facilitar la iluminación en todo el perímetro del Estadio a fin de que los eventos deportivos programados en horas nocturnas, se pudieran efectuar sin ninguna complicación, pero en vez de jornadas recreativas, la ciudadanía ve otras cosas negativas para la sociedad.
El consumo de drogas, se disparó en los últimos meses y ahora cada noche según la comunidad, se ven personas de todas las edades drogándose ante la mirada de los vecinos que impotentes ven que la juventud desorientada malgasta su salud hundiéndose en la drogadicción.
Bladimir Mier Barrios, comunicador social que ha hecho varios trabajos investigativos sobre este problema en Pelaya, afirmó que lo que hace falta es que Salud Pública inicie un compromiso mancomunado con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, con el fin de que a los hogares de sectores deprimidos de ese municipio del sur de Cesar, se den charlas tempranas a la juventud sobre el flagelo de la droga y las consecuencias que el consumo genera ante la sociedad y a la salud de los potenciales consumidores.
Puntualizó, que por ese sector escogido por los drogadictos, diariamente transitan niños y comerciantes que en horas de la noche cierran sus negocios para descansar en sus casas, lo que hacen invivible esta área de Pelaya porque nadie ha hecho un trabajo serio que permita a muchos jovenes alejarse del consumo de drogas.