Ayer se hizo la entrega formal de los restos de Manuel Villareal Chávez, quien según las investigaciones de la Fiscalía, fue otras de las víctimas de Luis Gregorio Ramírez Maestre, alias ‘El Monstruo de Tenerife’.
El acto tuvo lugar en las instalaciones del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar, a donde llegó Elba Chávez, quien rememoró la última vez que vio con vida a su hijo d 24 años, el 27 de mayo de 2010 en Valledupar.
“Él era mototaxista acá en Valledupar tenía seis meses trabajando en eso porque no encontraba otro medio de trabajo por lo que no tenía libreta militar, cuatro meses de estar trabajando en esa moto el señor al que le trabajaba le consiguió una moto más nueva, y en esa andaba cuando se desapareció. Cuando sucedió eso yo coloqué denuncia por todos los medios en Fiscalía, Policía y regué volantes por toda la ciudad”, manifestó.
Elba Chávez dijo que Manuel Villareal había llegado a su casa en el barrio Obrero buscando un casco de motocicleta, salió y no volvió a saber más de él. Pero el 29 de diciembre de 2011 antropólogos de la Dirección de Investigación Judicial, Dijín, de la Policía, mediante información de fuentes humanas, hallaron los restos del joven en la vereda Paja Larga, jurisdicción del corregimiento de Río Seco, al norte de Valledupar.
En agosto de 2014 sucedió lo que para Elba Chávez sería un bálsamo a la angustia y tristeza que le generó el no saber del paradero de Manuel. A su casa llegaron peritos de la Dijín y le mostraron unas fotografías con las evidencias halladas en la vereda Paja Larga. Las prendas de vestir fueron claves para que ella reconociera a su hijo.
“Me mostraron la evidencia de lo que habían encontrado ellos, eso fue en el 2014, entonces fue cuando me citaron para la prueba de ADN. Yo siempre pensé que él estaba muerto, pero cuando los restos lo encontraron en el 2011 no me avisaron. En el 2014 fue cuando vinieron los patrulleros de Bogotá con las fotos de lo que habían encontrado y por las prendas que él cargaba. Había unas sandalias, un reloj plateado de hombre que usaba él y eso estaba tirado al lado de los restos y el pantalón que estaba ahí también era de él, pero lo demás ya estaba desecho por el tiempo”, relató.
La zozobra por conocer los resultados de las pruebas de ADN llegó a su fin luego de que peritos forenses de Medicina Legal en Barrancabermeja, Santander, manifestaran que efectivamente eran los restos de Manuel Villareal, pero esta noticia intensificó más su sufrimiento y pidió todo el peso de la ley contra ‘El Monstruo de Tenerife’.
“Yo quiero que se haga justicia, yo sé que fue ese hombre porque él (Manuel Villareal) lo conocía, él me había dicho que tenía un amigo que se llamaba Luis, que tomaban juntos y demás, pero yo no sabía quién era, no lo conocí, pero si sabía que tenía un amigo que se llamaba Luis, al igual que ese monstruo”, concluyó Elba Chávez, quien sepultará los restos de su hijo, hoy en un cementerio de la capital cesarense.
Redacción Judicial / EL PILÓN