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Entre lágrimas y calles de honor, fue despedido  Víctor Roqueme, alcalde de Aguachica

Entre lágrimas y calles de honor llenas de aplausos, fue despedido Víctor Julio Roqueme Quiñones, alcalde del municipio de Aguachica, quien el pasado martes 20 de agosto falleció luego de haber perdido la batalla contra una leucemia que acabó con su vida teniendo tan solo 27 años. 

El cuerpo de Roqueme llegó de Bucaramanga sobre las ocho de la mañana al Aeropuerto Hacaritama de Aguachica. En el carro del cuerpo de bomberos de este municipio, fue trasladado el féretro de Roqueme hasta el parque San Roque. 

Amigos, familiares y la ciudadanía en general acompañaron el féretro en motocicletas y carros por las calles principales de Aguachica en donde era recibido con aplausos y palabras de aliento para los familiares del mandatario local que iban en el carro de bomberos.  

En honor a su memoria fue velado en cámara ardiente hasta las tres  de la tarde en el parque central de este municipio en donde asistieron más de 300 personas que vestidas de blanco y negro, quienes expresaron sus condolencias a los familiares de Roqueme. 

Posteriormente fue trasladado a la ciudad de Cúcuta, donde será sepultado este jueves 22 de agosto en compañía de sus seres queridos y familiares. 

El SUFRIMIENTO DE UNA FAMILIA

La muerte de un hijo es un dolor inimaginable y esto lo experimentó Víctor Roqueme, padre del joven alcalde, quien de manera desconsolada rompió en llanto con cada palabra de exaltación hacia su hijo que era conocido por su nobleza, juventud y “su don de gente”. 

“Gracias al pueblo de Aguachica que ha acompañado a mi hijo de manera incondicional y ha llorado con nosotros su muerte. Era un joven lleno de nobleza, bondad y alegría del que siempre me sentiré orgulloso. Le doy gracias a Dios por haberme permitido ser su padre”, manifestó Roqueme. 

De igual forma la madre de Roqueme, Gladys Quiñones, se despidió de su hijo, que según personas cercanas a la familia,  el mandatario local era “muy pegado con ella y con los miembros de su familia en general”. 

AGUACHICA LLORA

Con banderas y pañuelos blancos, el pueblo de Aguachica manifestó su dolor por el fallecimiento de su alcalde. Con un desfile por parte de las bandas de paz de las instituciones educativas de este municipio, escoltaron el féretro hasta el parque San Roque. 

Con lágrimas en los ojos, Sara Duarte, estudiante de grado 10, comentó que la noticia del fallecimiento de Roqueme ha entristecido a todo el municipio porque “era más un amigo que un alcalde”. 

“Todos lo queríamos porque como era tan joven muchos estudiantes y jóvenes del municipio se sentían identificados con él. Nadie hubiese imaginado su muerte tan repentina, se sabía que tenía problemas de salud, pero no a ese extremo”, dijo Duarte. 

Así mismo, Javier Soto, líder comunal de Aguachica, manifestó que la muerte de Roqueme ha sido un “duro golpe para el municipio” porque era un líder político joven que tenía una visión distinta para Aguachica. 

“Víctor tenía una visión política distinta para Aguachica y eso será algo muy difícil de conseguir. Nos sentimos muy tristes porque no solo perdimos a nuestro alcalde en menos de un año, sino que también a un joven valioso que se había ganado el amor de los aguachiquenses”, explicó Soto. 

UN EJEMPLO DE NOBLEZA

En los actos fúnebres estuvieron presentes diferentes líderes políticos del departamento. Tales como la gobernadora del Cesar, Elvia Milena Sanjuán, quien compartía una estrecha amistad con el joven mandatario y expresó su profunda tristeza por su  fallecimiento. 

Así mismo, alrededor de 20 alcaldes del Cesar también estuvieron en el parque San Roque acompañando a la familia y despidiendo a Víctor “que era muy admirado por los alcaldes del departamento”. 

Al respecto, el alcalde de La Jagua de Ibirico, Leonardo Hernández, puntualizó que: “Nos tomó por sorpresa el fallecimiento de Víctor. Era una persona muy noble que pensaba mucho en el futuro de los aguachiquenses. Lo caracterizaba mucho su nobleza y la empatía que generaba en la gente”. 

De acuerdo con Edgar Ricardo Díaz, alcalde de San Alberto, Víctor le enseñó a él y a los demás mandatarios la madurez, sencillez, humildad y “lo llevó a tomar buenas decisiones en el entorno que hoy vivimos como alcalde municipal de San Alberto”. 

“Era una persona capaz y de retos porque era el político más joven que tenía el departamento del Cesar. El legado que dejó Víctor es grande y Dios quiera que el mandatario que venga tenga ese mismo legado para sacar a Aguachica adelante”, argumentó Díaz. 

UN FUTURO POLíTICO

Varios congresistas estuvieron presentes acompañando a los familiares de Víctor en una muestra de solidaridad y apoyo. Al respecto el representante a la Cámara, Carlos Felipe Quintero Ovalle, comentó que desde Bogotá viajaron hasta Aguachica para despedirse de Roqueme, quien también había ganado el cariño en la bancada cesarense por su “dinamismo y personalidad”. 

“Era un joven muy activo que siempre estaba pendiente de gestionar recursos para Aguachica. Cuando iba a Bogotá siempre lo apoyábamos con las visitas a los ministerios porque a pesar de ser tan joven, tenía muy claro los proyectos sociales y de infraestructura que necesitaba el pueblo de Aguachica”, explicó Quintero

En ese orden de ideas, Jorge Patiño, alcalde de Bosconia, manifestó que Roqueme “admiraba” a sus colegas mandatarios en relación a su experiencia y le manifestó en una  ocasión que quería aspirar al Congreso de la República. 

“Él me decía “jefe” de cariño y en una conversación que tuvimos en Bogotá me contó que él quería llegar a donde había llegado Ape Cuello, donde había llegado Carlos Felipe Quintero. Tenía muchas cosas en mente a futuro, pero lastimosamente el señor decidió que había cumplido su tiempo”, relató Patiño.

Por Namieh Baute Barrios

Categories: Política
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