La tarde del viernes falleció Orlando Pelayo, condenado a 58 años de prisión por haber mandado a matar a su hijo.
Su deceso se presentó en el Hospital Rosario Pumarejo al parecer por complicaciones de salud relacionadas a insuficiencia cardíaca, diabetes e hipertensión, según contaron fuentes allegadas al caso.
El hombre de 64 años había sido internado en el centro asistencial tras presentar quebrantos de salud mientras se encontraba privado de la libertad en la Penitenciaría de Máxima y Mediana Seguridad de Valledupar, conocida como ‘La Tramacúa’. Ahí purgaba la condena por el homicidio de su hijo de 11 meses, Luis Santiago, raptado en hechos sucedidos en el mes de octubre de 2008 en Chía, Cundinamarca.
El caso que conmocionó al país es reconocido porque Orlando Pelayo para la época del hecho apareció en televisión con la madre del menor rogando por la desaparición del pequeño y luego reconoció que era el asesino.