Luego de una intensa persecución, uniformados de la policía lograron capturar a Luis Carlos Rodríguez Oliveros, quien resultó con una herida en la mano izquierda producida con arma de fuego, al enfrentarse a los agentes, según versión oficial, con un arma la cual fue abandonada al momento del operativo en una zona enmontada.
El detenido, un joven de 16 años, fue señalado por habitantes del barrio Novalito de Valledupar, como la persona que venía cometiendo los atracos en este sector.
EL PILÓN conoció que Rodríguez Oliveros, registra dos entrada al Centro de Recepción y Observación al Menor Infractor, CROMI por el delito de hurto.
Las primeras versiones conocidas, indican que el presunto ladrón sometía a una señora con amenazas para que le entregara el bolso, pero para fortuna de la víctima, agentes de la policía que realizaban rondas fueron alertados de este hecho.
Al parecer, el presunto delincuente, no alcanzó a cometer el ilícito y emprendió la huida ante la presencia de la policía y se desencadenó una cinematográfica persecución que se extendió hasta las inmediaciones de la margen derecha del rio Guatapurí, en el sector del 9 de Marzo, donde se logró la captura del joven que fue recluido en el hospital ‘Rosario Pumarejo de López’.
LA POLICÍA
Ante esta situación que involucra a un menor de edad, el subcomandante de la Policía seccional, Hugo Javier Velázquez Pulido, manifestó que ellos como policías les corresponde capturar a estas personas que atentan contra la integridad de la comunidad y luego ponerlos a disposición de las autoridades competentes. En este caso especifico, el joven permanecerá bajo supervisión médica y bajo vigilancia de por parte de la Policía de Infancia y Adolescencia, luego de su restablecimiento, enfrentará un fiscal delegado ante los jueces penales en responsabilidad penal para adolescentes, posteriormente, irá ante un juicio ante un juez de garantías quien determinará la medida que se le impondría a este joven infractor.
“La Ley tiende a ser flexiva con el comportamiento de estos jóvenes que son sorprendidos en actuaciones ilegales”, indicó Velázquez Pulido.
Además, dijo el oficial que en su mayoría, estos jóvenes que reinciden están inmersos en un entorno social demasiado contaminado de factores que los inducen a la delincuencia.
DOS ENTRADAS AL CROMI
Son varias las instituciones que interfieren en un caso de este tipo, la intención de este trabajo coordinado, es ‘rescatar’ al joven de la vida delincuencial.
En Valledupar, existe el Centro de Recepción y Observación al Menor Infractor, CROMI, donde la estadía de los jóvenes es transitoria, durante su permanencia recibe orientación psicológica, terapia psicológica que involucra la familia.
Se conoció que un gran problema que se enfrenta en estos momentos, es la ausencia de los familiares, además luego de la salida del centro estos jóvenes regresan a realidad que en su mayoría es desprotegida sin educación garantizada. Generalmente, estos muchachos, a los que hay que procurarles bienestar, provienen de familias disfuncionales y con problemas económicos.