En pleno perímetro urbano de la capital de Santander, luego que al camión que conducía le fallaran los frenos y se volcara en la vía pública, falleció la mañana del 18 de septiembre Gilberto Fernández Vitola, quien hacía tránsito en esa ciudad donde llegó procedente del municipio de Tame, Arauca.
Fernández Vitola, oriundo de Valledupar, manejaba un camión tipo furgón con un cargamento de pescado que había adquirido en Tame y tenía que descargarlo en Mercabastos de Bucaramanga.
Según las autoridades Gilberto Fernández sufrió trauma craneoencefálico, y heridas en diversas partes del cuerpo que le causaron la muerte en el acto al quedar aprisionado entre el timón y la cabina retorcida por el impacto.
En el camión también viajaba como ayudante, Oliver Andrés López González, también de Valledupar, quien resultó con traumas severos y heridas y fue recluido en un centro asistencial de Bucaramanga.
La trágica noticia sorprendió a los vecinos de la urbanización OGB de esta capital, donde vivía Gilberto al igual que Oliver. Los padres de Gilberto, Margarita Viltola y Gilberto Fernández, lo mismo que su compañera permanente, Marlyn Seija, no ocultaban el dolor por lo sucedido, teniendo en cuenta que ayer miércoles, eran esperados en casa.
El vehículo accidentado de placas SYT-685, había salido el viernes anterior hacia Tame, Arauca, donde Gilberto compró varias arrobas de pescado para ser comercializadas en Bucaramanga, pero a escasos metros de hacer entrega del producto, se registró el percance.
Según indicaron las autoridades de Bucaramanga a los familiares de la víctima, el vehículo quedó totalmente destruido, al tiempo que vecinos y transeúntes en vez de auxiliar a los accidentados, se hurtaron el cargamento de bocachico que estaba valorado en varios millones de pesos.
El propietario del furgón, así como los familiares de Gilberto, viajaron ayer a Bucaramanga para reclamar el cadáver que sería trasladado hasta la capital del Cesar en la mañana de hoy.