En la madruga de ayer
Para las 11:00 de la mañana de hoy en el cementerio Jardines del Ecce Homo está programado el sepelio del padre Fernando Javier Cotes Brugés, quien murió en un accidente de tránsito ocurrido en la madrugada de ayer.
De acuerdo a los primeros resultados de la investigación, el accidente se originó cuando el conductor del vehículo Vitara, de placas VAN 681, quien fue identificado como Wilson Javier Quintero, de 20 años, perdió el control, por razones que son materia de investigación, saliéndose de la vía y colisionando contra un árbol.
El percance ocurrió pasadas las tres y media de la madrugada de ayer, en la vía entre Valledupar y La Paz, más concretamente diagonal a la urbanización OGB, ubicada al sur de la ciudad.
Con la muerte del sacerdote, de 37 años, se empañó, no solo la Navidad de una reconocida familia manaurera, también de las comunidades de las parroquias, San Miguel Arcángel de la urbanización Don Carmelo y San Antonio María Claret, de Mareigua en las cuales el presbítero Fernando Javier venía ejerciendo su apostolado, en el que se caracterizó por su dinamismo, carisma y entrega.
En Mareigua, sector que nunca antes había contado con un sacerdote, el padre Fernando Javier, venía dándole un fuerte impulso espiritual a esta comunidad en la que adelantaba trabajos con grupos de parejas, matrimonios colectivos e infancia misionera.
Sobre el párroco, el último de los doce hijos de Eduardo Cotes y Berta Brugés, se conoció que mostró su vocación religiosa desde muy joven; sin embargo, solo se ordenó como sacerdote, hace dos años atrás, luego de culminar sus estudios de licenciatura en Idiomas Extranjeros.
En el accidente, en el cual perdió la vida el sacerdote, resultó herido el conductor quien sufrió múltiples lesiones en diferentes partes del cuerpo y trauma en su brazo izquierdo, siendo remitido a una de las clínicas de la ciudad.
El padre Fernando Javier alcanzó a ser trasladado hasta una clínica donde confirmaron su deceso debido a los fuertes golpes que recibió en la cabeza.
Según la información obtenida, el sacerdote regresaba a Valledupar luego de visitar a sus padres en el municipio que lo vio nacer, Manaure, Cesar, población de donde salió a muy tempranas horas de la madrugada a cumplir con varios compromisos con sus feligreses; entre los que estaba oficiar una misa y la entrega de regalos a los niños de la vereda Las Casitas, en el día de ayer. Para hoy tenía planeado la novena y entrega de regalos en Mareigua y bautismo en Don Carmelo.