Este jueves, el antiguo jefe paramilitar Salvatore Mancuso declaró ante el Tribunal de Justicia y Paz para hablar sobre las acciones criminales que realizó el frente ‘José Pablo Díaz’ del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, en la costa Caribe.
En la diligencia Mancuso nuevamente no titubeó para contar a la justicia que las autodefensas en la región fueron el resultado de una alianza paramilitar con los políticos y militares de la zona.
Aseguró que esta se dio en el departamento del Magdalena y Cesar con el apoyo económico de empresarios como Jorge Gnecco, asesinado en zona rural del municipio de Bosconia en el año 2001.
Otros presuntos financiadores del grupo armado que nombró fueron Rafael Antonio Matera Lajud, dueño de la empresa Camagüey y socio de la compañía Palmeras de la Costa; Alfonso Macías Vargas, socio de las empresas anteriormente mencionadas; Darío Laíno Scopetta, Jorge Tuto Castro, Alfonso Macías Vargas y Huber Rodríguez.
Según Mancuso, la Fuerza Pública no era ajena a los operativos que los paramilitares realizaban en la región debido a que en diversas oportunidades pudieron reunirse con los altos mandos.
Por ejemplo, reveló que entre 1995 y 1996, se reunieron con el entonces comandante del Ejército, el general Iván Ramírez para tener apoyo y acompañamiento en los desplazamientos al norte del país.
No obstante, a cambió las AUC también realizaban crímenes que eran ordenados por los altos mandos de la Fuerza Pública.
Las declaraciones Mancuso las entregó por las investigaciones que tiene por 1.720 crímenes sucedidos en distintas regiones del país.
El exparamilitar tiene cuentas pendientes por hechos sucedidos entre 1992 y 2004 en los departamentos del Cesar, Antioquia, Atlántico, Bolívar, Córdoba, Magdalena, Norte de Santander, Santander y Sucre.