La decisión, según los allegados al caso, sorprendió a los familiares. José Carlos Romero Reales, de 29 años de edad, estudiado y con un futuro por delante no mostró serios indicios de problemas de salud mental, sin embargo, esto terminó llevándolo a quitarse la vida la noche del domingo.
La tragedia ocurrió en su lugar de residencia localizada en la carrera 16 del barrio Alfonso López de Valledupar. Su padre, Wilson Romero, ingresó a su habitación y encontró a su hijo afectado por la asfixia mecánica que se ocasionó.
De manera inmediata lo trasladó a la Clínica de Alta Complejidad donde lamentablemente reportaron que llegó sin signos vitales. Su muerte impactó a sus conocidos que elevaron un mensaje de condolencia a la familia del joven que, al parecer, estaba presentando depresión.
José Carlos Romero Reales, era ingeniero civil, egresado de la Fundación Universitaria del Área Andina y trabajó en Drummond Ltd., según su hoja de vida registrada en Linkedin. Su cuerpo sin vida la mañana del lunes festivo permanecía en Medicina Legal de la ciudad.
LA DEPRESIÓN, UN ENEMIGO SILENCIOSO
La historia de José Carlos Romero Reales se suma a los 20 casos que al corte del mes de junio se habían presentado en Valledupar, según el último reporte del Instituto de Medicina Legal. Un panorama más allá de las cifras, según las descripciones entregadas por la entidad forense, una de las principales causas se relacionan con la salud mental que muchas veces se ve afectada por la depresión.
De acuerdo a la Organización Panamericana de Salud, OPS, la depresión es una enfermedad común pero grave que interfiere con la vida diaria, con la capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer y disfrutar de la vida.
“Algunos tipos de depresión tienden a darse en familias. Sin embargo, la depresión también puede ocurrir en personas sin antecedentes familiares de depresión. No todas las personas con enfermedades depresivas experimentan los mismos síntomas. La gravedad, frecuencia y duración de los síntomas varían dependiendo de la persona y su enfermedad en particular”, informa la OPS.
No obstante, la autoridad en salud da dos claves para poder reconocer cuándo una persona podría estar afrontando una depresión en silencio, las cuales son:
´- Cuando notan en una persona una tristeza persistente y la pérdida de interés en las actividades que normalmente disfrutaba, así como la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas.
-Cuando reflejan pérdida de energía, cambios en el apetito, necesidad de dormir más o menos de lo normal, ansiedad, disminución de la concentración, indecisión, inquietud y sentimiento de inutilidad.
Asimismo, advierte que la depresión no es sinónimo de debilidad y que se puede tratar con terapia de conversión, con medicación antidepresiva o con una combinación de ambos métodos.