Héctor Ballesteros, el esposo de la víctima fatal del accidente de tránsito, María Isabel Rojas Botia, registrado en altas horas de la noche del pasado lunes en el corregimiento de La Loma, jurisdicción de El Paso, Cesar, dio un desgarrador testimonio sobre la manera en que perdió su cónyuge y sobrevivió al siniestro vial que dejó como resultado un muerto y dos heridos.
El hombre de 55 años de edad aseguró que está vivo de milagro y que el incidente ocurrió por una presunta irresponsabilidad de los otros dos conductores: el que manejaba el bus intermunicipal de placas WFD241 afiliado a la empresa Copetran con 33 pasajeros a bordo y el conductor del tractocamión que transportaba una cantidad considerable de combustible.
“Yo voy bajando por mí carril, dicen que el hombre venía a mucha velocidad (el del bus), porque un señor de una mula me dijo que más adelante lo había pasado que casi se estrella con él (…), cuando iba pasando en el momento, el tipo llegó y metió un volantazo y se me fue el carro encima. Yo veo es que el hombre se estrella y agarra ese bendito carro que estaba ahí, que dicen que estaba lleno de gasolina o ACPM”, dijo Ballesteros, quien conducía un camión clase turbo con placas WOK953.
Agregó que no se explica cómo es que un tractocamión desplaza combustible en vía nacional sin precaución alguna y sin controles policiales que lo detengan.
“Yo quedé atrapado y como pude salí de las ventanas del vehículo. Afuera la candela ya estaba alrededor, lo único fue que caí al piso y quedé lavado de ACPM”, relató el hombre, quien además sobre su esposa fallecida, María Isabel Rojas Botia indicó: “El fuego quedó más del lado donde ella iba. Yo la llamé y ella no me contestó, no sé cómo quedó en ese momento, la candela fue instantánea. Me arruinaron la vida completamente”.
Al respecto, el reporte de la Policía Nacional de Tránsito y Transporte informó que en el hecho los lesionados fueron dos pasajeros del bus intermunicipal, identificados como Eva Guler, de 30 años de edad, natural de Venezuela, que presenta una posible fractura en uno de sus miembros y Andrés Molina, de 35 años, que obtuvo contusiones en antebrazo izquierdo. Ambos remitidos a una clínica de Bosconia.
Sobre las hipótesis del incidente, las autoridades señalaron que al parecer el bus y el tractocamión cometieron una posible imprudencia: el primero por no saber maniobrar en situaciones de peligro y el segundo por transitar sin dispositivos luminosos.