Fueron 128 millones de pesos y no 40 millones los que se llevaron cuatro de los siete atracadores que ingresaron al aeropuerto Alfonso López de Valledupar burlando el sistema de seguridad.
El pasado 16 de julio, los delincuentes ingresaron a la pista del aeropuerto Alfonso López y llegaron hasta donde se encontraba un avión de la aerolínea LAN y el un carro de la transportadora de valores que en ese momento recibía una remesa de más de 300 millones de pesos.
Ante la reacción de dos uniformados de la Policía, se produjo un cruce de disparos con los ladrones, dejando al descubierto el millonario atraco y luego de una persecución, la captura de tres de ellos y la inmovilización de dos vehículos de alta gama.
De igual forma, fue recuperado parte del dinero que había sido enviado por el Banco de la República a la empresa de valores Prosegur, para que se encargara de su distribución a diferentes sucursales bancarias de Valledupar.
Aseguran a los capturados
El Juzgado Segundo Penal Municipal Ambulante con Funciones de Control de Garantías avaló la petición de la Fiscalía 25 Local adscrita a la Unidad de Reacción Inmediata, URI, que puso en evidencia el actuar delictivo de Luis Gabriel Sánchez Fontalvo, Édgar Oriolo Arteaga Layto y Luis Alexander Gallardo Arévalo y les dictó medida de aseguramiento en la Cárcel Judicial por ser los presuntos coautores de los delitos de hurto calificado y agravado; fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones; fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos; receptación y falsedad marcaria a título de dolo.
La Fiscalía pudo constatar que por lo menos cuatro asaltantes más, lograron traspasar parte del dinero de una camioneta a otra, identificada también con placa falsa RAX 670. El primer automotor quedó abandonado en inmediaciones del aeropuerto con parte del dinero hurtado y una pistola calibre 9 milímetros; no obstante que los delincuentes huyeron con la otra parte del dinero y más adelante hicieron transbordo a otro vehículo.
Posteriormente, en la urbanización Don Carmelo, fueron capturados los asaltantes después de que miembros de la Policía Nacional interceptaran los vehículos en los que se desplazaban, previa colaboración con un grupo de mototaxistas que los acorralaron cerca al sector donde se construye la iglesia del sector.
A los detenidos les fueron incautados: dos pistolas calibre 9 milímetros, dos proveedores y 19 cartuchos del mismo calibre; un revólver calibre 38 largo y seis cartuchos; una pistola calibre 9×19 milímetros; tres proveedores y 47 cartuchos; una pistola calibre 7.65, un proveedor metálico y 11 cartuchos compatibles para la misma, al igual que armas de uso restringido de las Fuerzas Militares como un fusil de asalto calibre 5.56×45 milímetros; dos proveedores y 36 cartuchos; una subametralladora calibre 9 milímetros y dos granadas fumígenas, o de humo.
Los otros cuatro asaltantes que se encontraban a bordo de la segunda camioneta, huyeron; más tarde el automotor fue abandonado en el barrio Chiriquí de la capital del Cesar y según algunos testigos, se embarcaron en un taxi y una buseta de servicio colectivo, pero que están plenamente identificados.
Durante la audiencia de judicialización, ninguno de los tres se allanaron a los cargos, por el contrario, uno de ellos manifestó que no tenía nada que ver en el suceso y que estaba de turismo en la ciudad y de manera coincidencial quedó en medio del operativo.