“Me comí una salchipapa, me comí una salchipapa, ay qué cosa tan sabrosa, pero me quedó en la garganta porque no me alcanzó para la gaseosa. Para todos mis seguidores ¡con mucho gusto!”, este el verso que llevó a la fama a Laureano José Muñoz Pinedo, un niño de 12 años, oriundo de Valledupar y criado entre San Diego (Cesar) y Villanueva (La Guajira).
En menos de dos meses, el video supera las 450 mil reproducciones en diferentes canales de You Tube, sin contar las vistas que ha tenido en otras redes sociales. El verso fue filmado por una prima suya el pasado 25 de diciembre, luego de que junto a su hermano gemelo Tomás Enrique, cenó en un establecimiento de comidas rápidas.
Días después que el video fue compartido en las redes, la vida de Laureano tomó un giro de 180 grados. Ahora es la sensación entre sus compañeros del colegio Roque De Alba, en el municipio de Villanueva, al sur de La Guajira, donde cursa séptimo grado.
La 40 principales de Caracol Radio montó un bloque de búsqueda para conseguir al ‘niño de la salchipapa’ como es conocido por los cibernautas. Sin embargo, su primera entrevista ante un medio masivo de comunicación la concedió ayer al programa Día a Día de Caracol Televisión, y EL PILÓN es el primer medio escrito en contar la historia del video viral.
“Eran las 6:30 de la tarde cuando mi papá nos dio a mi hermano y a mí 10 mil pesos para comer. Fuimos a caminar para ver que conseguíamos en la calle y vimos un puesto de comidas rápidas donde había salchipapas de 3.500 y de cinco mil pesos; las de 3.500 eran muy pequeñas y como teníamos mucha hambre pedimos dos de cinco mil, pero no nos alcanzó para la gaseosa”, fue así como al llegar a su casa en el barrio Hormigueral, en medio de una rutina de piquería con su gemelo hizo el verso inspirado en esa inolvidable cena.
Laureano reconoce que es goloso, al igual que su hermano Tomás Enrique, muestra de ello son los 70 kilos que pesa cada uno a tan corta edad.
Son hijos de una pareja de abogados y su deseo siempre ha sido convertirse en profesionales del derecho, pero a raíz de la aceptación que ha tenido su canto ahora sueñan con ser tan famosos como sus ídolos Poncho Zuleta y Diomedes Díaz.
“Uno no predice lo que va a pasar y yo estoy es para apoyarlos en lo que ellos decidan”, dijo su padre John Jairo Muñoz.
El anonimato es cosa del pasado en la vida de Laureano y día a día crece su número de seguidores en las redes sociales. Inclusive, el cantante Peter Manjarrés compartió con sus miles seguidores en Instagram el video del ‘niño de la salchipapa’, con el mensaje: “Que personaje, que bellezaaaaaaaa”.
“Me volví famoso de un momento a otro, ya no puedo salir a la calle como lo hacía antes con pantalonetica, sin camisa o a pies descalzo; los famosos no salen así, sino bien cambiaditos porque no falta el que llega a dejar para la gaseosa o tomarse la foto”, dijo entre risas.
A diario le llegan decenas de invitaciones a comer salchipapa, comida que aunque sabe no es muy saludable, le fascina y más ahora que no falta quien le ofrezca una gaseosa.
Por Martín Elías Mendoza / EL PILÓN