A las 10:22 de la noche del sábado, Sindy Lorena Guerrero Caro, de 23 años, fue ingresada al Hospital Rosario Pumarejo de López de Valledupar, donde la internaron en el área de maternidad para ser valorada, teniendo en cuenta que se trataba de una paciente que argumentaba cesárea reciente y que su bebé, al parecer, había sido raptado.
De inmediato el caso fue puesto en conocimiento de las autoridades que desplegaron unidades del Gaula de la Policía y CTI de la Fiscalía para dar con el paradero de la criatura.
Los investigadores indagaron en las instalaciones del Hospital Eduardo Arredondo Daza, sede CDV, donde supuestamente fue atendida de manera inicial la paciente. Allí, según Guerrero Caro llegó lista para dar a luz y una enfermera le colocó una inyección con la que horas después despertó en una camilla del Hospital Rosario Pumarejo de López, sin que nadie le diera razón de su bebé.
Sin embargo, las inconsistencias en los testimonios de la angustiada madre empezaron a despertar sospechas entre el personal médico y los miembros de la fuerza pública que atendían la calamidad.
Tremenda sorpresa se llevaron los profesionales de la salud al percatarse que los puntos de sutura que la joven presentaba en la parte baja de la pelvis estaban sobre una herida antigua, ya cicatrizada (la cesárea de su primer hijo), lo que descartó de tajo la versión de una reciente intervención quirúrgica.
“Es una paciente que estaba siendo buscada por los familiares y la encontraron acá frente a consulta externa de la entidad y vino con escalofrío diciendo que le habían realizado una cesárea, pero nos dimos cuenta que le tomaron los puntos por encima de una cicatriz de cesárea anterior”, contó el médico Roberto Gutiérrez, en el área de maternidad del Rosario Pumarejo.
Por su parte, el gerente del Hospital Eduardo Arredondo Daza, Leonardo Maya Amaya, confirmó que esta joven estuvo embarazada, por lo menos hasta el 30 de septiembre, cuando se inscribió en el programa de atención a embarazadas que ofrece este centro asistencial.
“Desmentimos totalmente lo que ella afirma de que fue atendida por nosotros el día sábado, está paciente no figura en los libros de ingreso ni en las cámaras de seguridad; sí figura en los archivos una atención por un embarazo de 13 semanas por ecografía al ser atendida el pasado 30 de septiembre, día en que se le pidieron los exámenes pertinentes pero no volvió a consulta en el hospital”, aclaró Maya Amaya.
Entre tanto, el comandante de la Policía Cesar, coronel Faiber Martínez, afirmó que todo fue un montaje de la mujer que reside en el corregimiento de La Loma, jurisdicción del municipio de El Paso y que desde el pasado 10 de noviembre estaba radicada en casa de su madre en el barrio La Victoria de Valledupar.
“Ella en un principio hacía creer a su compañero sentimental de que tenía un embarazo, según ella misma lo relata, en el segundo mes tuvo un aborto, siguió haciendo creer de que estaba en embarazo y llegó a un centro asistencial, supuestamente a hacer una cesárea para tener el bebé, pero en ningún momento fue así; ya las investigaciones concluyeron, inclusive ella ya se confesó y deberá responder ante la Fiscalía”, aclaró el oficial.
La incógnita en el misterioso embarazo de Sindy Paola es qué fin tuvo la criatura en gestación, que con tanto anhelo esperaba su marido Alexander González, quien ante semejante engaño decidió abandonarla.
Por Redacción Judicial / EL PILÓN