Durante la ceremonia de apertura de la Copa Mundial de la FIFA 2018 Rusia, la modelo rusa, Natalia Vodianova y el futbolista español Iker Casillas, fueron los encargados de presentar el trofeo de la Copa Mundo, que estuvo resguardado en un cofre especial diseñado por Louis Vuitton en el Estadio Luzhnikí, en Moscú.
La famosa marca francesa de bolsos ‘LV’ de marroquinería de lujo especializada en artículos de viaje, que vende a través de boutiques independientes, departamentos en almacenes de alta gama y a través de la sección de comercio electrónico en su sitio web, ha diseñado un nuevo y sorprendente cofre que resguarda el trofeo de la Copa Mundial de la FIFA, que recibirá el equipo ganador el próximo 15 de julio del presente año.
El actual diseño del trofeo surgió desde principios de 1972, después de que la FIFA entregara el galardón primigenio, la Copa Jules Rimet, en propiedad a Brasil tras conquistar su tercer Mundial. Desde ahí la Federación Internacional convocó entonces un concurso al que se presentaron 53 diseños de artistas de siete países y la propuesta ganadora fue la del italiano Silvio Gazzaniga, quien también es autor de otros trofeos y la producción fue encargada también a una empresa transalpina, de la joyería GDE Bertoni de Milán, que sigue ocupándose de la conservación del trofeo antes de la final.
El trofeo de la Copa Mundial de la FIFA mide 36,8 centímetros de altura, pesa 6.175 kilogramos y está hecho de oro macizo de 18 quilates con una base de dos anillos de malaquita, una piedra semipreciosa, entre los cuales se inscribe el nombre de los campeones de cada edición del Mundial.
Un artesano de la joyería GDE Bertoni de Milán (Italia) trabaja en la conservación del trofeo de campeón de la Copa Mundial de la FIFA en abril de 2018.
Para proteger este prestigioso premio, Louis Vuitton ha diseñado un baúl especial hecho a mano por maestros artesanos en el histórico taller de Asnières, cerca de París. El cofre está fabricado en liviano y resistente Monogram Titanium. Las ocho esquinas del maletero están protegidas con el célebre cuero de vaca natural de la casa, y el candado y los seis cierres están hechos en rutenio, un metal fuerte de color gris oscuro.
Cabe aclarar que la FIFA mantiene permanentemente en su poder el trofeo original y entrega al campeón una réplica de metal bañado en oro que custodia durante los cuatro años siguientes. El trofeo que queda en poder de las federaciones es una copia; el día que se sepa el equipo campeón solo lo tendrá en sus manos durante unos momentos en la ceremonia tras la final.