Las autoridades tienen carteles de precaución en algunas partes de las lagunas del municipio de Gamarra, Cesar, por los riesgos de remolinos.
Una semana después de ser arrastrado por las aguas, las autoridades reportaron que el cuerpo del joven Jorge Cáceres, ahogado en el municipio de Gamarra, Cesar, fue encontrado.
Mientras disfrutaba de un paseo familiar el domingo 13 de enero en la playa conocida como El Sordo, en Gamarra, los remolinos que tradicionalmente se forman lo arrastraron; aunque intentó nadar contra la corriente, el cuerpo no respondió.
Según las autoridades el río no es un balneario. Incluso, con la defensa civil del municipio se están realizando charlas para que la gente tenga cuidado en algunas zonas del río donde se forman remolinos, como en la zona de El Sordo, donde uno de los remolinos acabó con la vida de Jorge Cáceres, de 18 años, original de Aguachica, Cesar.
“Existe una serie de recomendaciones a tener en cuenta en zonas de gran caudal, en pozos, ciénagas, ya que puede haber corrientes y/o molinos que te arrastren poniéndote en apuros y en peligro tu vida”, reza uno de los avisos repartidos por la Defensa Civil a los visitantes del río.
En ese sentido, la zona donde el joven perdió la vida es considerada peligrosa por los remolinos que se forman por la corriente de las aguas. “Lo que pasa es que el río no es un balneario, por lo que debemos tener mucho cuidado. Por ejemplo, la gente del municipio de Gamarra sabe que en esta época no se debe bañar, ni es recomendable”, aseguró la secretaria de Gobierno del municipio del sur del Cesar, Isabel Lozano.
El cuerpo de la víctima fue encontrado ayer pasadas las 6 de la mañana por varios automotores que recorrían la zona del ferrocarril de Agromol. Boca abajo y con el suéter a la altura del pecho, los testigos lo llevaron hasta la orilla para que fuera rescatado por la Defensa Civil que llegó al poco tiempo.
Mientras se bañaba, una parte del afluente conocida como ‘cantil del río’ por los locales, donde entra y sale agua en el mismo sentido, forma remolinos que lo arrastraron.
“No sobrevalorar las actitudes como nadador y no intentar cruzar charcas o pantanos, ya que en caso de fatigarnos o sufrir algún calambre muscular o cualquier otro malestar, no puede ser capaz de seguir nadando”, aconsejan las autoridades por medio de avisos plegables que reparten entre los bañistas. Además de estar pendientes de la instalación de carteles que anuncien la existencia de algún peligro.
Pocas horas después de ser entregado el cuerpo le dieron sepultura en las horas de la tarde.
Por: DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
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